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sábado, 2 de julio de 2011

Samuel Barber - Adagio for Strings, op.11

http://es.wikipedia.org/wiki/Samuel_Barber


Samuel Barber nació en West Chester, Pensilvania, en 1910. Considerado como un niño prodigio, comenzó a tocar el piano a los seis años y a componer a los siete. Cursó estudios en el Curtis Institute of Music de Filadelfia. Algunos compañeros destacados en Curtis fueron Leonard Bernstein y Gian Carlo Menotti, siendo Menotti quien realizó el libreto de la ópera más famosa de Barber, Vanessa, la cual fue estrenada en 1958 en la Metropolitan Opera House de Nueva York.
Al año siguiente escribió su Cuarteto para cuerdas en si menor, cuyo segundo movimiento —a sugerencia de Arturo Toscanini— arreglaría para orquesta de cuerdas dándole el título de Adagio para cuerdas (Adagio for Strings) y, posteriormente, para coro mixto como Agnus Dei.
Trató de evitar el experimentalismo de otros compositores estadounidenses de su generación, prefiriendo hasta casi el final de su vida ceñirse a formas y armonías musicales relativamente tradicionales. La mayor parte de su obra es exuberantemente melódica y ha sido descrita como neorromántica, a pesar de que en algunos de sus últimos trabajos, particularmente el Tercer Ensayo para Orquestay la Danza de la Venganza, de Medea, despliega un uso magistral de laspercusiones, un mayor vanguardismo y efectos neo-Stravinskianos.
Sus canciones, acompañadas por piano u orquesta, se encuentran entre las más populares del repertorio clásico del siglo XX. Entre ellas se incluyen una serie sobre textos de Matthew Arnold (Dover Beach), originalmente escrita para cuarteto de cuerdas y barítono; las Hermit Songs, inspiradas en textos anónimos irlandeses de los siglos VIII al XIII; y Knoxville: Summer of 1915, escritas para la soprano Eleanor Steber y basadas en la introducción a A Death in the Family, un texto autobiográfico de James Agee premiado con el Premio Pulitzer de 1957.
Barber poseyó una notable voz de barítono y durante un tiempo consideró la posibilidad de convertirse en cantante profesional. Dejó unas pocas grabaciones, entre ellas una de su propia Dover Beach.
Su Sonata para piano (1949), una composición encargada por Richard Rodgers e Irving Berlin, fue interpretada por primera vez porVladimir Horowitz, convirtiéndose en la primera gran obra estadounidense para piano estrenada por un pianista internacionalmente reconocido.
Barber compuso igualmente varias óperas; Vanessa, según el libreto de Gian Carlo Menotti fue estrenada en la Metropolitan Opera deNueva York. Consiguió el éxito tanto crítico como de público, y Barber obtuvo por ella el Premio Pulitzer de 1958. En su estreno en Europa fue recibida con frialdad, por lo que actualmente es poco representada en el Viejo Continente, si bien continúa siendo popular en EEUU.
Barber produjo varios conciertos para instrumentos solistas y orquesta: uno para violín (finalizado en 1939), uno para violonchelo, un tercero para piano y uno para flauta (un arreglo del anterior concierto de violín). El Concierto para piano y orquesta fue escrito para y estrenado en el Lincoln Center de Nueva York por el pianista John Browning el 24 de septiembre de 1962, con Erich Leinsdorfdirigiendo la Orquesta Sinfónica de Boston. Por él obtuvo el Premio Pulitzer de 1963.
Barber escribió igualmente a comienzos de los años sesenta una obra virtuosística para órgano y orquesta, la Toccata festiva, para el famoso organista E. Power Biggs. La New York Philharmonic le encargó también un concierto para oboe, del que solamente pudo componer su movimiento lento central antes de su muerte.
Entre sus trabajos puramente orquestales, se encuentran sus dos sinfonías de 1936 y 1944, la obertura La escuela del escándalo(1932), tres ensayos para orquesta (1938, 1942 y 1978), así como Fadograph on a Yestern Scene (1973).
Compuso también obras corales de gran envergadura, como las Prayers of Kierkegaard (1954) y The lovers (1971). Prayers of Kierkegaard se basa en los escritos del filósofo existencialista danés Søren Kierkegaard.
Además de la antes mencionada sonata, su repertorio para piano incluye ExcursionsThree sketchesSouvenirs y otras varias piezas sencillas.
Aunque Barber nunca fue un compositor prolífico, compuso mucha menos música a raíz del fracaso de su ópera Antonio y Cleopatra. Ésta tenía un libreto escrito por el director cinematográfico y de ópera Franco Zeffirelli y había sido comisionada para la apertura en1966 de la nueva Metropolitan Opera House. La ópera fue recibida de manera más favorable en 1975 cuando fue representada en el escenario más íntimo de la Juilliard School con la colaboración y la dirección escénica de Gian Carlo Menotti.
Samuel Barber falleció en la ciudad de Nueva York en 1981.

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                 Elegía por Nueva York, T. mx.-tabla, 110,5x48, 2003-04, obra de Mateo Santamarta
                      Elegía por Nueva York, t.mx.-tabla, 118x66, 2003-04, obra de Mateo Santamarta
                      Elegía por Nueva York, t. mx-tabla,118x66, 2003-04, obra de Mateo Santamarta

22 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Querido Mateo: Desde que descubrí a Barber hace pocos años por un spot de televisión, para mí fue uno más de los italianos, como un Marcello por ejemplo. Es maravilloso descubrir que es del siglo pasado (qué mal suena eso...) Ese adagio es bellísimo. También John Williams con La lista de Schindler. Que no falten compositores así.
Gracias por traerlo.
Besos tremendamente melancólicos.

mateosantamarta dijo...

Isolda: gracias por venir tan rápido. En realidad no había terminado la entrada pues el vídeo me sugirió la publicación de una serie de cuadros que realicé para exorcizar el recuerdo de la monstruosa masacre que se llevó a cabo en Nueva York. Un abrazo. Mi manía de ir publicando antes de terminar.
Este Adagio es conmovedor y, sí, podría ser una especie de Elegía premonitoria para esa ciudad.

Anónimo dijo...

Qué maravilla, poder aprender, conocer y disfrutar desde tu sillón, y gracias a la generosidad de un amigo. Conocía a Samuel Barber, pero no tanto como ahora.
La pieza de música elegida, un gozo, y la tabla que acompaña música y texto..., bueno, ya sabes cuánto me gustan tus obras.
Gracias y hasta la próxima.

mateosantamarta dijo...

Gracias, Mercedes. El Adagio es una maravilla. Mis tablas no llegan ni a la octava parte de su altura. Un abrazo.

Isolda Wagner dijo...

Pues vuelvo; eso que gano. Como dice mi amiga Mercedes es estupendo lo que se aprende desde el sofá. Las pinturas son impresionantes, me encanta la primera, cubierta de esa niebla espesa. No me extraña que el adagio te impulsara a colgar esa elegía. Preciosa entrada.
Besos apoyando iniciativas.

Ana dijo...

Mateo, o no vengo nunca o te visito todos los días...
Preciosa entrada. Empezando con la música, que poco y nada sabía de este compositor. Me gusta mucho, tan romántico y melancólico,y bellísimo. Y tus obras, me encanta la del medio. La veo como tridimensional, y esos rostros que allí quedaron... Es tan terrible todo esto que sucede.
No hagamos más torres, no nos destruyamos, sembremos flores.

Te dejo un abrazo.

mateosantamarta dijo...

Gracias, nuevamente, Isolda. Bueno son pinturas que hice para liberarme del constante recuerdo de ese magnicidio horrible. No he conseguido otro tanto con lo de MADRID que ocurrió a la hora y en el ámbito en que me muevo. Un abrazo.

mateosantamarta dijo...

Genocidio, más bien.

mateosantamarta dijo...

Bueno a mi me encanta que venga por aquí y dejes unas palabras, Ana.
La música es una maravilla.
De mis pinturas, también es esa mi preferida.
Ni torres, ni murallas, ni muros...
yo quisiera cultivar flores y frutos pero de momento...
Un abrazo.

Ana dijo...

De momento es lo que tenemos, Mateo.
Un abrazo!!

mateosantamarta dijo...

Bueno, lo importante, hoy, es que tengas un feliz cumpleaños. Un abrazo, Ana!!

soylauraO dijo...

Me gusta su arte, me intriga conocer las dimensiones de cada pintura suya.
¡Buen Domingo!
http://enfugayremolino.blogspot.com/

Isabel Martínez Barquero dijo...

Una entrada muy documentada y educativa, estimado Mateo.
Me gusta Barber y, ahora, con todo lo que he aprendido aquí, me gusta mucho más, porque cuanto más se conoce de alguien apreciado, más se lo estima.
El adagio es precioso. Me rindo a su belleza.

En cuanto a tus pinturas, me parecen bellísimas también, sobre todo las dos primeras: una soñolienta, neblinosa; y la otra, presente, vital, cálida.

Un gozo ha sido estar aquí este ratito.
Miles de besos.

gaia07 dijo...

Belleza incomparable la de este adagio.
Tus pinturas tremendamente expresivas de la tristeza que trae la barbarie. Magníficas Mateo.

Un abrazo

Mentxu de la Cuesta dijo...

Maravillosas las tablas. No sabría con cual quedarme.Las siento envueltas en un halo de misterio. Un abrazo.

mateosantamarta dijo...

Hola Laura.Ya están completados los datos, que no tenía a mano. Como ves son cuadros más bien pequeños y sobre todo muy verticales. Encantado de tu visita. El usted me descoloca. Buen Domingo.

mateosantamarta dijo...

Para eso esta la Wikipedia, Isabel, ella nos lo pone fácil.
Al menos el Adagio para cuerdas es maravilloso.
Un abrazo, amiga.

mateosantamarta dijo...

Gracias, gaia, por lo que me toca.
El Adagio parece estar echo para esta ocasión: BARBER HUBIESE LLORADO!

mateosantamarta dijo...

De mistero, desconcierto, abatimiento y horror, Mentxu. Un abrazo.

mateosantamarta dijo...

No lo he borrado, amigo. Simplemente es un texto anónimo que circula en correos el. y, al subirlo, me equivoqué y lo puse aquí, pero está en "la farsa democrática o la partitocracia". Un abrazo, amigo.

Alma Mateos Taborda dijo...

Muy interesante post y los cuadros maravillosos. Todo es muy bueno. Un abrazo

virgi dijo...

Es de una delicadeza sublime. He oído muy pocas cosas y ésta es en verdad, divina.
En la verticalidad de tus cuadros, verticales, creo ver la ascensión de tantas almas martirizadas.
Un abrazo grande y sentido.