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viernes, 12 de agosto de 2011

75 ANIVERSARIO DEL ASESINATO DE FEDERICO GARCÍA LORCA. Entrada colectiva. Se admiten colaboraciones, adhesiones, selección de textos de Lorca ( BREVES)




García Lorca era un afluente del río Guadalquivir. La Guardia Civil y los falangistas madrugaron para interrumpir su curso y enterrar su cauce, pero García Lorca siguió fluyendo por debajo de la tierra. Su voz continúa estremeciendo a los árboles, que florecen cada primavera porque beben de sus poemas. García Lorca era la primavera de un país sin primavera. España odia la primavera. España es un matón poligonero, que presume de intimidar a los chicos de otros barrios. España no lee a sus poetas. Prefiere matarlos. El odio ha ocultado los restos de García Lorca. El odio se ríe de los que lloran al poeta, anhelando una tumba sobre la que derramar sus lágrimas. El odio es tan obtuso que no advierte su derrota. García Lorca regresa cada primavera. Es la rama que se hincha de flores. Es la claridad que hace retroceder el invierno. Es el sol que dora la tarde. Es el niño que se cae al suelo y se levanta con una sonrisa. Es una muchacha que besa a otra muchacha, sin miedo al qué dirán. Las jovencitas ya no se ocultan para acariciarse ni para decirse cuánto se aman. Esas muchachas acudieron al barranco del Víznar y se encontraron a García Lorca, paseando del brazo con Luis Cernuda. Luis Cernuda le decía: “Te mataron, porque eras / verdor en nuestra tierra árida / y azul en nuestro oscuro aire” y Lorca, agradecido, le respondía: “Vuelve hecho luna: con mi propia mano / lanzaré tu manzana sobre el río / turbio de rojos peces y verano”. Ahora que ambos están muertos, habría que recordar el menosprecio de sus contemporáneos. Para muchos, sólo fueron dos maricas. Algún profesor de literatura nunca leerá a sus alumnos, los versos que Cernuda dedicó a García Lorca en la hora de su muerte: “Mira los radiantes mancebos / que vivo tanto amaste / efímeros pasar juntos al fulgor del mar”. Esos profesores no merecían enseñar. Esconden una piedra en el bolsillo o tienen miedo a la verdad. Yo creo que España ha redimido algunos de sus pecados, alumbrando tan altos poetas, pero aún tiene el alma negra de odio y malicia. García Lorca y Cernuda no escribieron para añadir un nuevo laurel a nuestras letras. No escribieron para la gloria de España. Escribieron para la gloria de los que se atreven a amar, sin reparar en el sexo del otro.

 ·  ·  · Hace 56 minutos · Privacidad:
(Luhttp://youtu.be/Tl8GWEjSKOA Este vídeo ha sido retirado de youtube.
Recuerdo de Federico garcía Lorca por Luis Cernuda) http://www.faximil.com/descargas/1938-HE-18-15.pdf

Gitanos de Granada cantan a Federico

Retrato de Federico García Lorca

Buscando raíces de alas 
la frente 
se le desplaza 
a derecha 
e izquierda. 

Y sobre el remolino 
de la cara 
se le fija, 
telón del más allá, 
comba y ancha. 

Una alimaña 
le grita en la nariz 
que intenta aplastársele 
enfurecida... 

Irrumpe un griego 
por sus ojos distantes. 

Un griego 
que sofocan de enredaderas 
las colinas andaluzas 
de sus pómulos 
y el valle trémulo 
de su boca. 

Salta su garganta 
hacia afuera 
pidiendo 
la navaja lunada 
de aguas filosas. 

Cortádsela. 
De norte a sud. 
De este a oeste. 

Dejad volar la cabeza, 
la cabeza sola, 
herida de ondas marinas 
negras... 

Y de caracolas de sátiro 
que le caen 
como campánulas 
en la cara 
de máscara antigua. 

Apagadle 
la voz de madera, 
cavernosa, 
arrebujada 
en las catacumbas nasales. 

Libradlo de ella, 
y de sus brazos dulces, 
y de su cuerpo terroso. 

Forzadle sólo, 
antes de lanzarlo 
al espacio, 
el arco de las cejas 
hasta hacerlos puentes 
del Atlántico, 
del Pacífico... 

Por donde los ojos, 
navíos extraviados, 
circulen 
sin puertos 
ni orillas...
(Alfonsina Storni)

Oda a Federico García Lorca

SI pudiera llorar de miedo en una casa sola,
si pudiera sacarme los ojos y comérmelos,
lo haría por tu voz de naranjo enlutado
y por tu poesía que sale dando gritos.

Porque por ti pintan de azul los hospitales
y crecen las escuelas y los barrios marítimos,
y se pueblan de plumas los ángeles heridos,
y se cubren de escamas los pescados nupciales,
y van volando al cielo los erizos:
por ti las sastrerías con sus negras membranas
se llenan de cucharas y de sangre
y tragan cintas rotas, y se matan a besos,
y se visten de blanco.

Cuando vuelas vestido de durazno,
cuando ríes con risa de arroz huracanado,
cuando para cantar sacudes las arterias y los dientes,
la garganta y los dedos,
me moriría por lo dulce que eres,
me moriría por los lagos rojos
en donde en medio del otoño vives
con un corcel caído y un dios ensangrentado,
me moriría por los cementerios
que como cenicientos ríos pasan
con agua y tumbas,
de noche, entre campanas ahogadas:
ríos espesos como dormitorios
de soldados enfermos, que de súbito crecen
hacia la muerte en ríos con números de mármol
y coronas podridas, y aceites funerales:
me moriría por verte de noche
mirar pasar las cruces anegadas,
de pie llorando,
porque ante el río de la muerte lloras
abandonadamente, heridamente,
lloras llorando, con los ojos llenos
de lágrimas, de lágrimas, de lágrimas.

Si pudiera de noche, perdidamente solo,
acumular olvido y sombra y humo
sobre ferrocarriles y vapores,
con un embudo negro,
mordiendo las cenizas,
lo haría por el árbol en que creces,
por los nidos de aguas doradas que reúnes,
y por la enredadera que te cubre los huesos
comunicándote el secreto de la noche.

Ciudades con olor a cebolla mojada
esperan que tú pases cantando roncamente,
y silenciosos barcos de esperma te persiguen,
y golondrinas verdes hacen nido en tu pelo,
y además caracoles y semanas,
mástiles enrollados y cerezas
definitivamente circulan cuando asoman
tu pálida cabeza de quince ojos
y tu boca de sangre sumergida.

Si pudiera llenar de hollín las alcaldías
y, sollozando, derribar relojes,
sería para ver cuándo a tu casa
llega el verano con los labios rotos,
llegan muchas personas de traje agonizante,
llegan regiones de triste esplendor,
llegan arados muertos y amapolas,
llegan enterradores y jinetes,
llegan planetas y mapas con sangre,
llegan buzos cubiertos de ceniza,
llegan enmascarados arrastrando doncellas
atravesadas por grandes cuchillos,
llegan raíces, venas, hospitales,
manantiales, hormigas,
llega la noche con la cama en donde
muere entre las arañas un húsar solitario,
llega una rosa de odio y alfileres,
llega una embarcación amarillenta,
llega un día de viento con un niño,
llego yo con Oliverio, Norah
Vicente Aleixandre, Delia,
Maruca, Malva Marina, María Luisa y Larco,
la Rubia, Rafael Ugarte,
Cotapos, Rafael Alberti,
Carlos, Bebé, Manolo Altolaguirre,
Molinari,
Rosales, Concha Méndez,
y otros que se me olvidan.
Ven a que te corone, joven de la salud
y de la mariposa, joven puro
como un negro relámpago perpetuamente libre,
y conversando entre nosotros,
ahora, cuando no queda nadie entre las rocas,
hablemos sencillamente como eres tú y soy yo:
para qué sirven los versos si no es para el rocío?

Para qué sirven los versos si no es para esa noche
en que un puñal amargo nos averigua, para ese día,
para ese crepúsculo, para ese rincón roto
donde el golpeado corazón del hombre se dispone a morir?

Sobre todo de noche,
de noche hay muchas estrellas,
todas dentro de un río
como una cinta junto a las ventanas
de las casas llenas de pobres gentes.

Alguien se les ha muerto, tal vez
han perdido sus colocaciones en las oficinas,
en los hospitales, en los ascensores,
en las minas,
sufren los seres tercamente heridos
y hay propósito y llanto en todas partes:
mientras las estrellas corren dentro de un río interminable
hay mucho llanto en las ventanas,
los umbrales están gastados por el llanto,
las alcobas están mojadas por el llanto
que llega en forma de ola a morder las alfombras.

Federico,
tú ves el mundo, las calles,
el vinagre,
las despedidas en las estaciones
cuando el humo levanta sus ruedas decisivas
hacia donde no hay nada sino algunas
separaciones, piedras, vías férreas.

Hay tantas gentes haciendo preguntas
por todas partes.
Hay el ciego sangriento, y el iracundo, y el
desanimado,
y el miserable, el árbol de las uñas,
el bandolero con la envidia a cuestas.

Así es la vida, Federico, aquí tienes
las cosas que te puede ofrecer mi amistad
de melancólico varón varonil.
Ya sabes por ti mismo muchas cosas.
Y otras irás sabiendo lentamente.
(Pablo Neruda)

Cuatro partes

DECLARACIÓN DE D. MIGUEL DE UNAMUNO


Por las ramas del laurel
van dos palomas oscuras.
La una era el sol,
la otra era la luna.

”Vecinita”, les dije,
”¿dónde está mi sepultura?”
”En mi cola”, dijo el sol.
”En mi garganta”, dijo la luna.

Yo que estaba caminando
con la tierra a la cintura
vi dos águilas de mármol
y una muchacha desnuda.

Por las ramas del laurel
van dos palomas oscuras.
La una era la otra
y la muchacha era ninguna.

”Aguilita”, les dije,
”¿dónde está mi sepultura?”
”En mi cola”, dijo el sol.
”En mi garganta”, dijo la luna.

Por las ramas del cerezo
vi dos palomas desnudas.
La una era la otra
y las dos eran ninguna.

Por las ramas del laurel
van dos palomas oscuras..

Fedérico García Lorca




Alma ausente
No te conoce el toro ni la higuera,
ni caballos ni hormigas de tu casa.
No te conoce el niño ni la tarde
porque te has muerto para siempre.
No te conoce el lomo de la piedra,
ni el raso negro donde te destrozas.
No te conoce tu recuerdo mudo
porque te has muerto para siempre.
El otoño vendrá con caracolas,
uva de niebla y monjes agrupados,
pero nadie querrá mirar tus ojos
porque te has muerto para siempre.
Porque te has muerto para siempre,
como todos los muertos de la Tierra,
como todos los muertos que se olvidan
en un montón de perros apagados.
No te conoce nadie. No. Pero yo te canto.
Yo canto para luego tu perfil y tu gracia.
La madurez insigne de tu conocimiento.
Tu apetencia de muerte y el gusto de tu boca.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría.
Tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace,
un andaluz tan claro, tan rico de aventura.
Yo canto su elegancia con palabras que gimen
y recuerdo una brisa triste por los olivos.

Federico García Lorca (LLanto por Ignacio Sánchez Mejía)


BALADA DEL QUE NUNCA FUE A GRANADA

 ¡Qué lejos por mares, campos y montañas!
Ya otros soles miran mi cabeza cana. Nunca fui a Granada.
Mi cabeza cana, los años perdidos.
Quiero hallar los viejos, borrados caminos.
 Nunca vi Granada.
                                          .
Dadle un ramo verde de luz a mi mano.
Una rienda corta y un galope largo.
Nunca entré en Granada.
¿Qué gente enemiga puebla sus adarves?
¿Quién los claros ecos libres de sus aires?
Nunca fui a Granada.
                                          .
¿Quién hoy sus jardines aprisiona y pone
 cadenas al habla de sus surtidores?
Nunca vi Granada.
                                          .
Venid los que nunca fuisteis a Granada.
Hay sangre caída, sangre que me llama.
Nunca entré en Granada.
                                          .
Hay sangre caída del mejor hermano.
Sangre por los mirtos y aguas de los patios.
Nunca fui a Granada.
                                          .
Del mejor amigo, por los arrayanes.
Sangre por el Darro, por el Genil sangre.
 Nunca vi Granada.
                                          .
 Si altas son las torres, el valor es alto.
Venid por montañas, por mares y campos.
Entraré en Granada.



Un río de sangre corre...

/.../Así el mundo quedó en duelo
y está llorando a porfía
por Federico García
con un doliente pañuelo;
no pueden hallar consuelo
los pueblos con tal hazaña.
¡Qué luto para la España,
qué vergüenza para el planeta
de haber matado a un poeta
nacido de sus entrañas! /.../


(Violeta Parra)




EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA
          1. El crimen
  Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
          2. El poeta y la muerte
  Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»
          3.
  Se le vio caminar...
                      Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!

Antonio Machado

Vuelta de paseo



Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
(POETA EN NUEVA YORK)






Poema Elegía Primera
de Miguel Hernandez


                         Atraviesa la muerte con herrumbrosas lanzas,

y en traje de cañón, las parameras
donde cultiva el hombre raíces y esperanzas,
y llueve sal, y esparce calaveras.

Verdura de las eras,
¿qué tiempo prevalece la alegría?
El sol pudre la sangre, la cubre de asechanzas
y hace brotar la sombra más sombría.

El dolor y su manto
vienen una vez más a nuestro encuentro.
Y una vez más al callejón del llanto
lluviosamente entro.

Siempre me veo dentro
de esta sombra de acíbar revocada,
amasado con ojos y bordones,
que un candil de agonía tiene puesto a la entrada
y un rabioso collar de corazones.

Llorar dentro de un pozo,
en la misma raíz desconsolada
del agua, del sollozo,
del corazón quisiera:
donde nadie me viera la voz ni la mirada,
ni restos de mis lágrimas me viera.

Entro despacio, se me cae la frente
despacio, el corazón se me desgarra
despacio, y despaciosa y negramente
vuelvo a llorar al pie de una guitarra.

Entre todos los muertos de elegía,
sin olvidar el eco de ninguno,
por haber resonado más en el alma mía,
la mano de mi llanto escoge uno.

Federico García
hasta ayer se llamó: polvo se llama.
Ayer tuvo un espacio bajo el día
que hoy el hoyo le da bajo la grama.

¡Tanto fue! ¡Tanto fuiste y ya no eres!
Tu agitada alegría,
que agitaba columnas y alfileres,
de tus dientes arrancas y sacudes,
y ya te pones triste, y sólo quieres
ya el paraíso de los ataúdes.

Vestido de esqueleto,
durmiéndote de plomo,
de indiferencia armado y de respeto,
te veo entre tus cejas si me asomo.

Se ha llevado tu vida de palomo,
que ceñía de espuma
y de arrullos el cielo y las ventanas,
como un raudal de pluma
el viento que se lleva las semanas.

Primo de las manzanas,
no podrá con tu savia la carcoma,
no podrá con tu muerte la lengua del gusano,
y para dar salud fiera a su poma
elegirá tus huesos el manzano.

Cegado el manantial de tu saliva,
hijo de la paloma,
nieto del ruiseñor y de la oliva:
serás, mientras la tierra vaya y vuelva,
esposo siempre de la siempreviva,
estiércol padre de la madreselva.

¡Qué sencilla es la muerte: qué sencilla,
pero qué injustamente arrebatada!
No sabe andar despacio, y acuchilla
cuando menos se espera su turbia cuchillada.

Tú, el más firme edificio, destruido,
tú, el gavilán más alto, desplomado,
tú, el más grande rugido,
callado, y más callado, y más callado.

Caiga tu alegre sangre de granado,
como un derrumbamiento de martillos feroces,
sobre quien te detuvo mortalmente.
Salivazos y hoces
caigan sobre la mancha de su frente.

Muere un poeta y la creación se siente
herida y moribunda en las entrañas.
Un cósmico temblor de escalofríos
mueve temiblemente las montañas,
un resplandor de muerte la matriz de los ríos.

Oigo pueblos de ayes y valles de lamentos,
veo un bosque de ojos nunca enjutos,
avenidas de lágrimas y mantos:
y en torbellino de hojas y de vientos,
lutos tras otros lutos y otros lutos,
llantos tras otros llantos y otros llantos.

No aventarán, no arrastrarán tus huesos,
volcán de arrope, trueno de panales,
poeta entretejido, dulce, amargo,
que al calor de los besos
sentiste, entre dos largas hileras de puñales,
largo amor, muerte larga, fuego largo.

Por hacer a tu muerte compañía,
vienen poblando todos los rincones
del cielo y de la tierra bandadas de armonía,
relámpagos de azules vibraciones.
Crótalos granizados a montones,
batallones de flautas, panderos y gitanos,
ráfagas de abejorros y violines,
tormentas de guitarras y pianos,
irrupciones de trompas y clarines.

Pero el silencio puede más que tanto instrumento.

Silencioso, desierto, polvoriento
en la muerte desierta,
parece que tu lengua, que tu aliento,
los ha cerrado el golpe de una puerta.

Como si paseara con tu sombra,
paseo con la mía
por una tierra que el silencio alfombra,
que el ciprés apetece más sombría.

Rodea mi garganta tu agonía
como un hierro de horca
y pruebo una bebida funeraria.
Tú sabes, Federico García Lorca,
que soy de los que gozan una muerte diaria.
(Miguel Hernández)



Algún día en alguna parte


La desconocida y poco estudiada vida amorosa del poeta granadino esconde una historia parecida a la de los trágicos dramas que escribió en muchas de sus obras.
"Las relaciones homosexuales de Federico García Lorca componen un romancero oscuro, un misterio del que sólo se conocen algunos testimonios y escasos documentos, pero lo cierto es que sentía verdadera pasión por aquellas personas a las que amó. En pocas ocasiones fue correspondido y no siempre eligió a la persona adecuada. Salvador Dalí, Emilio Aladrén, Rafael Rodríguez Rapún y Eduardo Rodríguez Valdivieso fueron, en algún momento, los hombres de su vida y de sus obras./.../
http://algundiaenalgunaparte.wordpress.com/2008/10/12/los-cuatro-hombres-de-federico-garcia-lorca/
Mi agradecimiento a gaia07 que me proporcionó este enlace
http://triviumgaia07.blogspot.com/


LLANTO POR UN POETA (HOMENAJE A FEDERICO GARCÍA LORCA)(por Rafa Narbona)



Para Javier Martín, al que me unen grandes e intensos recuerdos

“Esto no es para mí”, murmuré mientras me 
alejaba de la fosa recién excavada. El fusil apuntaba
 al suelo y la mano palpitaba levemente. Hacia las 
cuatro de la madrugada, el calor de julio se hace 
tolerable, incluso en Granada. Nunca pensé que ser 
el mejor tirador de mi compañía me convertiría en
 un matarife. Siempre he sido un hombre de orden.
 No me molestó el fin de la monarquía y alenté 
ciertas esperanzas con la República, pero me
 desilusioné muy pronto. No me agradó que 
ardieran conventos ni que los mineros se sublevaran.
 Sé que hay injusticia y hambre, pero no me gustan 
las huelgas, las manifestaciones ni las protestas 
callejeras. Cuando se sublevaron los militares,
 pensé que se restablecería el orden. Me uní a los
 rebeldes y, después de participar en los combates 
del Albaicín, me asignaron a un pelotón de fusilamiento.
 No lo solicité, pero el oficial al mando consideró que
 mi puntería se aprovecharía mejor en ese puesto. 
Jamás pasó por mi mente que fusilaría a un poeta /.../
Blogger Ana dijo...http://destellosinspiradores.blogspot.com/
Preciosa entrada, Mateo.

Y no podía faltar un fragmento de Bodas de sangre:

-¡Te quiero! ¡Te quiero! ¡Aparta!

Que si matarte pudiera,
te pondría una mortaja
con los filos de violetas.
¡Ay, qué lamento, qué fuego
me sube por la cabeza!
-¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!

Porque yo quise olvidar
y puse un muro de piedra



entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montaba a caballo
y el caballo iba a tu puerta.
Con alfileres de plata
mi sangre se puso negra,
y el sueño me fue llenando
las carnes de mala hierba.
Que yo no tengo la culpa,
que la culpa es de la tierra
y de ese olor que te sale
de los pechos y las trenzas.

-¡Ay qué sinrazón! No quiero
contigo cama ni cena,
y no hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que me vuelva
y te sigo por el aire
como una brizna de hierba.
He dejado a un hombre duro
ya toda su descendencia
en la mitad de la boda
y con la corona puesta.
Para ti será el castigo
y no quiero que lo sea.
¡Déjame sola! ¡Huye tú!
No hay nadie que te defienda.

-Pájaros de la mañana
por los árboles se quiebran.
La noche se está muriendo
en el filo de la piedra.
Vamos al rincón oscuro,
donde yo siempre te quiera,
que no me importa la gente,
ni el veneno que nos echa.

-Y yo dormiré a tus pies
para guardar lo que sueñas.
Desnuda, mirando al campo,
como si fuera una perra,
¡porque eso soy! Que te miro
y tu hermosura me quema.

-Se abrasa lumbre con lumbre.
La misma llama pequeña
mata dos espigas juntas.
¡Vamos!

-¿ Adónde me llevas ?

-A donde no puedan ir
estos hombres que nos cercan.
¡Donde yo pueda mirarte!

-Llévame de feria en feria,
dolor de mujer honrada,
a que las gentes me vean
con las sábanas de boda
al aire como banderas.

-También yo quiero dejarte
si pienso como se piensa.
pero voy donde tú vas.
Tú también. Da un paso. Prueba.
clavos de luna nos funden
mi cintura y tus caderas.
Un abrazo!!
13 de agosto de 2011 02:15 Gracias, Ana, por tu aportación a este homenaje



Blogger Ana dijo...




Mateo, cada vez más lindo se está poniendo este post!

Otro aporte:

Canción otoñal

Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.

Todas las rosas son blancas,
tan blancas como mi pena,
y no son las rosas blancas,
que ha nevado sobre ellas.
Antes tuvieron el iris.
También sobre el alma nieva.
La nieve del alma tiene
copos de besos y escenas
que se hundieron en la sombra
o en la luz del que las piensa.

La nieve cae de las rosas,
pero la del alma queda,
y la garra de los años
hace un sudario con ellas.

¿Se deshelará la nieve
cuando la muerte nos lleva?
¿O después habrá otra nieve
y otras rosas más perfectas?
¿Será la paz con nosotros
como Cristo nos enseña?
¿O nunca será posible
la solución del problema?

¿Y si el amor nos engaña?
¿Quién la vida nos alienta
si el crepúsculo nos hunde
en la verdadera ciencia
del Bien que quizá no exista,
y del Mal que late cerca?

¿Si la esperanza se apaga
y la Babel se comienza,
qué antorcha iluminará
los caminos en la Tierra?

¿Si el azul es un ensueño,
qué será de la inocencia?
¿Qué será del corazón
si el Amor no tiene flechas?

¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.


La muerte es la muerte,
pero poetas como García Lorca siempre se los recuerda.

Un abrazo!
15 de agosto de 2011 19:10  Y gracias por la nueva aportación


 virgi dijo...En su poesía asoma siempre algo de premonición. Una muerte absurda, como todas las que son por pobreza mental y de corazón.
Grandísimo Lorca, del que todos llevamos un trozo de su poesía:

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.

...

Preciosa entrada, Mateo, visitarte es un placer delicado y siempre emotivo.
Un fuerte abrazo
13 de agosto de 2011 09:13



EL LAGARTO ESTÁ LLORANDO
A MADEMOISELLE TERESITA GUILLÉN
TOCANDO SU PIANO DE SEIS NOTAS


El lagarto está llorando.

La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta

con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer

su anillo de desposados.

¡Ay, su anillito de plomo,

ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente

monta en su globo a los pájaros.

El sol, capitán redondo,

lleva un chaleco de raso.

¡Miradlos qué viejos son!

¡Qué viejos son los lagartos!

¡Ay, cómo lloran y lloran,

¡ay! ¡ay! cómo están llorando!
Federico García Lorca, 1921-1924





Gracias Virgi por tu sugerencia

Blogger Ysupais dijo...

Ahí va mi pequeña colaboración para este gran homenaje que le has hecho a Garcia Lorca:

SOBRE EL CIELO VERDE ...

SOBRE el cielo verde,
un lucero verde




¿ que ha de hacer, amor,
¡ ay ¡ sino perderse ?

Las torres fundidas
con la niebla fría,
¿ como han de mirarnos
con sus ventanitas?

Cien luceros verdes
sobre un cielo verde,
no ven a cien torres
blancas,en la nieve.

Y esta angustia mía
para hacerla viva,
he de decorarla
con rojas sonrisas

Blogger Ysupais dijo...
Gracias Mateo por haberme dado la oportunidad de colaborar en este entrañable homenaje creado por ti para recordar todo lo que éste poeta escribio, de teatro,poesia,canciones...
( de mi libro Antología poética-Losada) dejo uno más.
"LA MONJA GITANA
SILENCIO de cal y mirto,
Malvas en las hierbas finas.
La monja borda alhelíes
sobre una tela pajiza.
Vuelan en la araña gris
siete pájaros del prisma.
La Iglesia gruñe a lo lejos
como uno oso panza arriba.
¡ Que bien borda ¡ ¡ Con qué gracia ¡
Sobre la tela pajiza
ella quisiera bordar
flores de sus fantasía-
¡Que girasol ¡ Que magnolia
que lentejuelas y cintas ¡
¡ Que azafranes y qué lunas
en el mantel de la misa¡
Cinco toronjas se endulzan
en la cercana cocina.
Las cinco llagas de Cristo
cortadas en Almería.
Por los ojos de la monja
galopan dos caballistas.
Un rumor último y sordo
le despega la camisa,
y, al mirar nubes y montes
en las yertas lejanías,
se quiebra su corazón
de azúcar y yerbaluisa.
¡ Qué, qué llanura empinada
con veinte soles arrriba ¡
¡ Que ríos puestos de pie
vislumbra su fantasía¡
Pero sigue con sus flores,
mientras que de pie, en la brisa,
la luz juega el ajedrez
alto de la celosía.
***

Besos a tod@s los integrantes.
15 de agosto de 2011 23:06

*********
Gracias por tu blog


14 de agosto de 2011 1 9:1Gracias, Ysupais, por tu aportación



Blogger Sue dijo...

Bueno, como Lorca es uno de mis preferidos y le añoro sin haberle conocido (aunque por su obra creo que sí le conocí) dejo un homenaje doble: el que le hace Baraka Teatro con su obra "Sueño Lorca o el sueño de las manzanas" y el que le hago yo, en mi crónica, tras ver este fantástico y emotivo montaje de María Caudevilla.



Crítica: “Sueño Lorca o El sueño de las manzanas” en el Teatro Español

Susana
17 octubre 2010
INFORMACION
Un sueño compartido
“La felicidad solo tiene sentido cuando es compartida” y este sueño de Lorca, hecho realidad por Baraka Teatro, es seguir compartiéndola. El público no es solo un observador pasivo de lo que ocurre en escena, nunca lo es en realidad, porque todo lo que ve le hace activar su memoria, sus emociones, sus sueños y hasta es posible que alce su voz o su zapato si a él se aproxima el zapatero remendón. O Dalí, con su explosión de colores.

Seguir leyendo en

Gracias, Sue, por tus enlaces, que incluyo.



Blogger Reyes dijo...


Escribiré algo sobre este aniversario, mateo.



Pero mientras me sumo a tu homenaje con estos trozos de Yerma :
Cuando la protagonista pregunta a una muchacha para qué se ha casado si no desea tener hijos , ésta le responde;
"Porque me han casado ; se casan todas. Si seguimos así no va a haber más solteras que las niñas. Y además una se casa mucho antes de ir a la iglesia, pero las viejas se empeñan en todas estas cosas. Yo tengo 19 años y no me gusta guisar ni lavar ;pues todo el día haciendo lo que no me gusta .Y para qué? Qué necesidad tenía mi marido de ser mi marido ? Porque lo mismo hacíamos de novios que ahora:Tonterías de los viejos " .
Cuando Yerma protesta ante esta forma de hablar de la muchacha, ésta vuelve a decir lo siguiente;
"También tú me llamas loca , la loca:yo te puedo decir lo único que he aprendido en la vida.Toda la gente está metida en sus casas haciendo lo que no les gusta.Cuánto mejor se está en medio de la calle .
Ya voy al arroyo, ya subo a tocar las campanas, ya me tomo un refresco de anís" .
....
Si alguien cree que alguien capaz de esta visión libertaria de las mujeres y de tantas cosas podía sobrevivir en aquella España que levante la mano.
Pobre Federico , hecho para la vida , robado a la vida tan prematuramente.
Un "andaluz tan claro rico de aventuras".
besos, Mateo.
15 de agosto de 2011 01:17
Suprimir 
Gracias, Reyes, por tu aportación



Blogger Isolda dijo...

He buscado mi libro de Literatura Española de Lázaro Carreter y Correa Calderón de Preuniversitario en 1969.




Me ha sorprendido, pues recordaba menor dedicación al poeta y por supuesto menos alabanzas a su obra y a su persona. Me alegra muchísimo, -quizá por eso conservo tantos libros de texto- descubrir líneas sueltas como las que os dejo.
"Era un alma desbordada, fiel a la amistad y al arte"
Compara El Romancero gitano con Canciones y dice que el primero es "puro" y el segundo "humano". "Canciones es un luminoso juego de imágenes y metáforas y pone como ejemplo, ese poemilla:
"Cortaron tres árboles
Eran tres.
(Vino el día con sus hachas)
Eran dos.
(Alas rastreras de plata)
Era uno.
Era ninguno.
(Se quedó desnuda el agua)"
Y muda me quedo yo.
En aquellos tiempos, cinco páginas para Federico García Lorca me parecen todo un logro. Las he leído con mayor emoción que en los años de estudio. No merece menos.
15 de agosto de 2011 23:10 Gracias, Isolda por tu aportación



Emociona recorrer la riqueza de este material

Emociona, gratifica y enorgullece.

Más allá del dolor .

"Cuando se hundieron las formas puras
bajo el cri cri de las margaritas
comprendí que me habían asesinado.
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias,
abrieron los toneles y los armarios,
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro.
Ya no me encontraron.
¿No me encontraron?
No. No me encontraron.
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba,
y que el mar recordó ¡de pronto!
los nombres de todos sus ahogados".
Federico García Lorca.

Gracias por permitirnos participar de este homenaje.

En el blog:ateneotarsisrepublicana.blogspot.com,María Torres hace una reseña muy buena .
Un abrazo.



Cuánto pesan la sangre , la palabra y la pasión del poeta.
Tal vez el oscurantismo les impidió ver que su voz trascendería los tiempos y las fronteras.
Gracias, Carmela, por tu aportación


A TÍ FEDERICO ALLÁ DONDE TE ENCUENTRES























"Cuando se hundieron las formas puras / 
bajo el cri cri de las margaritas / 
comprendí que me habían asesinado. / 
Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, / 
abrieron los toneles y los armarios, /
destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. /
Ya no me encontraron. / 
¿No me encontraron? /
No. No me encontraron. / 
Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba, / 
y que el mar recordó ¡de pronto! 

los nombres de todos sus ahogados".

Federico García Lorca, “Poeta en Nueva York”


A ti Federico, allá dónde te encuentres.

¿Dónde yaces Federico? 75 años han pasado sin 

saber, sin conocer tan siquiera la fecha exacta en 
que te obligaron a callar tu verso con un puñado de 
metralla, como a tantos otros, ojos vendados, 
manos atadas, 
pared contra tapia, bajo la bandera del genocidio 
aún impune del franquismo.



No hay razones que justifiquen un crimen, pero 

en ti las encontraron. Aunque detestabas la política
partidaria y conseguiste resistir la presión para 
afiliarte el Partido Comunista,tu afinidad al Frente 
Popular y a la República
y tu posicionamiento al lado de la injusticia social 
("Siempre seré partidario de los que no tienen nada 
y hasta la tranquilidad de la nada se les niega"), te
convirtieron en un personaje incómodo para la 
derecha. 
Tampoco te ayudó que los intolerantes fueran 
conocedores de tu condición sexual. Aunque 
yo creo, 
querido Federico, que una razón importante fue
la envidia. 

Eras “el poeta”, el creador excepcional.


Con un puñado de metralla terminaron con tu vida, 

poeta.
Apenas treinta y ocho años antes habías nacido en
Fuente Vaqueros (Granada) y estudiaste en Madrid 
en la Residencia de Estudiantes, compartiendo clases
con un genio tímido y callado que se llamaba Salvador 
Dalí, y con un turolense de fuerte carácter y futuro
boxeador, que se llamaba Luis Buñuel. Conociste a José
Moreno Villa, Emilio Prados, Pedro Salinas, Pepín Bello y 
tantos otros. A Miguel Hernández siempre le miraste por
encima del hombro, por considerarlo un poco pueblerino, 
porque no nos engañemos Federico, tu presumías de ser 
un gran poeta con esos aires de señorito andaluz que 

siempre te acompañaban.


¿Qué turbia premonición pasó por tu cabeza el 13 de

agosto de 1936? Cogiste un tren en Atocha dirección 
Granada, con la intención de celebrar tu onomástica en
familia el día 18 de agosto. Te acompañó a la estación 
tu amigo Rafael Nadal. A escondidas le entregaste un 
paquete cerrado con la consigna de que si te ocurría 
algo lo destruyera. ¿Recuerdas? En el paquete, una 
obra inédita: El público.



Pero el miedo se hizo patente cuando el 16 de agosto 

asesinaron a tu cuñado, Manuel Fernández-
Montesinos, que apenas unos días antes había sido
elegido alcalde socialista, el último alcalde republicano
de Granada y tus 
sospechas de ser detenido pasaron a ser certezas. Por 
ello decidiste ocultarte en casa de tu amigo poeta y 
falangista Luis Rosales. Allí estabas, en el desván, 
cuando llegaron a detenerte Ramón Ruiz Alonso, 
Juan Luis Trescastro y Luis García Alix.



¿Quién te delató? ¿Quiénes te denunciaron? Las 

hipótesis apuntan a varios denunciantes anónimos y a
 tu entorno familiar, concretamente el de los primos 
Alba-Roldán, 
a quienes Valdés, gobernador militar de Granada tras 
el golpe de Estado, encargó las formaciones de
 "escuadras negras" para "hacer desaparecer a gente" 

de la zona.


¿Qué hicieron contigo Federico? Entre el 16 y 18 de 

agosto estuviste preso en el gobierno civil de Granada.
No quisieron perdonarte la vida a pesar de las múltiples
peticiones de indulto por parte de tus familiares e 
influyentes amigos. Cuando el 17 de agosto llegó Luis 
Rosales con una orden de libertad firmada por el 
gobernador militar Antonio González, le dijeron que tú 
ya no estabas allí. Pero no era cierto. Angelina Cordobilla,
la mujer que solía llevar la comida al Gobierno Civil te vió 
vivo, al lado de una mesa donde había papel, tintero y 
pluma. ¿Qué esperaban de ti? ¿La lista negra delatora 
firmada de tu puño y letra? ¿Quién te torturó? ¿Dónde 

está tu confesión? 


¿Dónde está la denuncia que redactara Ramón Ruiz 

Alonso, y la sentencia a muerte que firmó Valdés por 
indicaron de Queipo de Llano? Nunca apareció. El único
documento que se hizo público es el "Expediente de
Responsabilidades Políticas" número 630 de 1940, 
en el que te acusan de pertenecer a la masonería, 
en la Logia de Alhambra, que estabas afiliado a los 
amigos de Rusia, que eras de ideología izquierdista, 
director de La Barraca de ideario comunista, que 
publicaste varios poemas negando la existencia de Dios, 
que fuiste secretario de Fernando de los Ríos y además 

homosexual.


El 18 de agosto te sacaron esposado del Gobierno Civil, 

te hicieron subir a un vehículo y te trasladaron a La 
Colonia, en Víznar, un caserío que servía de prisión 
improvisada y clandestina. El punto de espera de los 
que iban a ser asesinados. De allí a una cuneta del 
camino de Alfacar y ante un viejo olivar te fusilaron 
junto a los otros y te enterraron, como a tantos otros, 
en una fosa común sin nombre ni cruz. Dicen que el autor
 material de tu muerte pudo ser Juan Luis Trescastros
 Medina, casado con una prima lejana de tu padre, pero
 han dicho tantas cosas Federico. Incluso difundieron un 
acta falsa de tu defunción diciendo que habías muerto 
debido a heridas en combate. Los franquistas siempre 

quisieron ocultar el crimen.


Hace poco, tras otra investigación, se dieron a conocer 

los nombres de los que se creen fueron tus asesinos 
oficiales, los miembros de la escuadra negra de Víznar:
el cabo de Asalto Mariano Ajenjo Moreno, el pistolero 
Antonio Benavides Benavides, Salvador Varo Leyva, 
Juan Jiménez Cascales, Fernando Correa Carrasco y
Antonio Hernández Martín. Todos ellos, que actuaban 
como asesinos voluntarios, luego entrarían a formar 

parte de la Guardia de Asalto como compensación.


No sé si te gustará saber que tu asesinato se convirtió

en uno de los principales cargos contra el franquismo.
El mismísimo dictador intentó salir al paso en unas
declaraciones para el periódico mexicano La Prensa
en noviembre de 1937, diciendo: “…ese escritor murió
mezclado con los revoltosos… Como poeta, su pérdida 
ha sido lamentable y la propaganda roja ha hecho pendón
de este accidente, explotando la sensibilidad del mundo 

intelectual. 


Tu muerte y la de tu cuñado marcaron para siempre la 

vida de tu familia. Aparte de impregnarles de dolor, 
tuvieron que soportar la confiscación de sus bienes y 
el pago de multas millonarias. En 1940 se marcharon 
hacia el exilio en Estados Unidos. Las últimas palabras 
de tu padre al embarcar en el “Marques de Comillas”
fueron: “No quiero volver a este jodido país en toda mi 

vida”


Hasta 1950 no se supo dónde te habían asesinado. Fue 

Gerald Brenan el primero que investigó y el primero en 
publicar los resultados en el capítulo “Granada” de su libro
La faz de España. Brenan describe el Barranco de Víznar 
como “un pequeño sendero que conducía hasta arriba por
el lado del lecho seco y allí, a cincuenta metros más 
adelante, estaba el lugar. Era una suave pendiente de
arcilla azul, con algunos juncos y juncias dispersos, 
un depósito de las avenidas que se producían cuando 
el “barranco” se llenaba de agua… El hispanista francés 
Claude Couffon realizó una investigación casi paralela a 
la de Brenan, y también aciertó con el lugar del crimen. 
Hubo muchos más detrás de tus huellas: Marcelle Auclair,
Ian Gibson, José Juan Vila-San Juan, Eduardo Molina 
Fajardo, Eutimio Martín, Miguel Caballero. Éste último
investigador granadino ha arrojado nuevos datos sobre 
tu ejecución y las personas que la llevaron a cabo y 
asegura que fuiste fusilado la misma noche del 16 de 
agosto y no la madrugada del día 19 como se creía hasta 
ahora.



¿Y qué más da ya todo eso Federico? Si estás muerto. 


Te mataron y te remataron y llevamos 75 años de luto.


La censura de la época trató de menoscabar tu 

capacidad poética y tu talento y borrar tu compromiso
con unos ideales que no tenían que ver con los del 
franquismo, porque antes tú habías machacado la 

hipócrita moral a la que ellos pertenecían.


Pasaron muchos años hasta que dieron libertad a tu 

obra. Te seguían teniendo miedo. Te habían matado
y seguían temiéndote. Nos privaron de tu cuerpo en 
uno de los crímenes más execrables, pero no de tus 
palabras y tu verso, que permanece inalterable con 

nosotros.


Aún así, poetas europeos y americanos, no han 

dejado de intentar recuperarte. Es como si a lo largo
de estos setenta y cinco años hubiera un esfuerzo
común para perfilar en el discurso una misma 
identidad, la memoria fraterna, el compromiso 
ideológico, la decidida admiración o el insondable 

sentimiento del dolor.


Federico, ¿Recuerdas cuando decías que el mundo

estaba detenido ante el hambre que asolaba los 
pueblos?, seguimos igual, con el mismo desequilibrio 
económico, 
con ricos y pobres, pero ya nadie habla en socialista 
puro. (“El mundo está detenido ante el hambre que
asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio 
económico, el mundo no piensa. Yo lo tengo visto.
Van dos hombres 
por la orilla de un río. Uno es rico, otro es pobre. Uno 
lleva la barriga llena, y el otro pone sucio el aire con sus
bostezos. Y el rico dice: ‘¡Oh, qué barca más linda se 
ve por el agua! Mire, mire usted el lirio que florece en 
la orilla’. Y el pobre reza: ‘Tengo hambre, no veo nada.
Tengo hambre, mucha hambre’. Natural. El día que el 
hambre desaparezca, va a producirse en el mundo la 
explosión espiritual más grande que jamás conoció la 
humanidad. Nunca jamás se podrán figurar los hombres
la alegría que estallará el día de la gran revolución. 
¿Verdad que te estoy hablando en socialista puro?”
[Entrevista en La Voz, Madrid, 7 de abril de 1936].



Te mataron Federico y todo fueron sombras. Alejo 


Carpentier lo describió muy bien con estas palabras: 


"Llega el periodista de América y llega el escritor 

de Francia; viene el profesor erudito y viene el poeta 
embrujado por el duende del poeta-duende. Y camina 
y pregunta [...]. Se ve rodeado [...] por sombras 
oscuras, arrugadas, supervivientes de un ayer que
temen hablar de ayer, y rodean al visitante, al 
investigador, al erudito, al hombre de ficha y 
documentos, como un cónclave de sombras que
callan su secreto [...]. ¡Gracias a ti, hemos sabido, 

Federico, cuánto pesaba la sangre de un poeta!".



Te mataron Federico, y ya no te encontraron. No. 


No te encontraron.



María Torres. 
14 de agosto de 2011


imagen de Lorca: Manuel Terrent Escriche 


3 comentarios:

Gracias, María, por tu colaboración




Blogger Flamenco Rojo dijo...




"En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida"


¡No puede ser! ¡Cobardes! ¿Quién manda dentro de España tales villanías?

¿Qué crimen cometí? ¿Por qué me matan? ¿Dónde está la razón de la justicia?
En la bandera de la Libertad bordé el amor más grande de mi vida.
¿Y he de permanecer aquí encerrada? ¡Quién tuviera unas alas cristalinas para salir 

volando en busca tuya!

Federico García Lorca

Nunca debió morir de esa forma.

Un abrazo.
15 de agosto de 2011 12:50
Gracias, Flamenco Rojo, por tu aportación



Blogger concepto-aparte dijo...




http://hogueradeideas.blogspot.com/




Canción de la muerte pequeña

Prado mortal de lunas



y sangre bajo tierra.
Prado de sangre vieja.

Luz de ayer y mañana.
Cielo mortal de hierba.
Luz y noche de arena.

Me encontré con la muerte.
Prado mortal de tierra.
Una muerte pequeña.

El perro en el tejado.
Sola mi mano izquierda
atravesaba montes sin fin
de flores secas.

Catedral de ceniza.
Luz y noche de arena.
Una muerte pequeña.

Una muerte y yo un hombre.
Un hombre solo, y ella
una muerte pequeña.

Prado mortal de luna.
La nieve gime y tiembla
por detrás de la puerta.

Un hombre, ¿y qué? Lo dicho.
Un hombre solo y ella.
Prado, amor, luz y arena.
17 de agosto de 2011 19:42
SuprimirGracias por tu aportación, concepto-aparte




Amigo Mateo me uno a tu homenaje pictórico y bloguero a Federico García Lorca, uno de los dos blogs que edito son un homenaje permanente al poeta, una llama verde siempre encendida, y en honor a él nació y permanece.



Un abrazo Pintor!!!

19 de agosto de 2011 17:07 Gracias Aristos por tu colaboración
Suprimir



moniquespassions.com
“There is nothing more poetic and terrible than the skyscrapers' battle with the heavens that cover them. Snow, rain, and mist highlight, drench, or conceal the vast towers, but those towers, hostile to mystery and blind to any sort of play, shear off the rain's tresses and shine their three thousan

Gracias, Monique, por tu adhesión.


SONETO A F. G. L.

Nada detiene el dedo apresurado.
Todo sucede encadenadamente.
Golpea el percutor y el aire siente
el trozo de metal que acelerado
bajo tu corazón se hunde soberbio.
Lo desgarra. lo rompe, se desprende
la sangre del costado y algún nervio
se crispa inútilmente. Se ha acabado.
Y entonces, Federico, te sorprende
como si nunca la hubieras esperado
la muerte que aguardabas hora a hora
y tratas de entender y no comprendes
que el amor de tu pueblo no ha bastado
a detener la mano ejecutora.

Carlos Díaz Rodriguez          Gracias, Carlos por tu aportación 


VIERNES, AGOSTO 19, 2011


diecinueve de agosto



La noche no quiere venir

para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré,
aunque un sol de alacranes me coma la sien.

Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas,
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.

Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.

(De Diván del Tamarit, Gacela III, Del amor desesperado. Federico García Lorca) 





...densa madrugada arrancado de la casa como a quien le sacan del sueño, y aquel griterío sordo y confuso, y los borrachos de correaje que no escatimaban la exhibición de sus instintos elementales, y la burla, la burla de una autoridad improvisada en manos de los miserables, aquella búsqueda salvaje, y la traición, y aquel reclutamiento obligatorio para la muerte, y el sudor y la congoja de los perdidos, la desdichada compañía de los elegidos para el olvido, y el viaje último a través de los caminos de los hombres ingratos hacia cualquiera de sus recodos, y allí los barrancos donde la tierra era huérfana de la lluvia, donde la tierra estaba condenada a ser alimentada por la sangre, donde la tierra fue desde entonces soledad de los hombres cuyas voces ya no se escuchan, y mil veces malditas aquellas huellas lejanas nos siguen recordando que Caín come cada día de nuestro plato...

Federico García Lorca. Gacela del amor desesperado.

Federico García Lorca – Gacela del amor desesperado

La noche no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
El día no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.

 Victor Alonso2011/05/16/amancio-prada-federico-garcia-lorca-gacela-del-amor-desesperado/

viernes 19 de agosto de 2011



Al universal Federico García Lorca

Hace 75 años se produjo uno de los hechos más luctuosos que acarrearon la contienda civil en España. Las pistolas, en un intento de matar a la palabra, a las ideas y al sentido común, asesinaron a Federico García Lorca. Fue un crimen de lesa humanidad, pues el poeta había dejado de ser un sujeto particular para convertirse en patrimonio de todos los que amamos la poesía.
Era grande y la muerte no pudo con él. Su sangre fortaleció la semilla de una tierra yerma para trascender a las generaciones venideras con más fuerza, si cabe. Hoy, después de 75 años, sus ideas y personalidad están vigentes a pesar de los trogloditas que intentaron neutralizarlas, de quienes no soportaron sus convicciones republicanas, su homosexualidad y su poesía clara, precisa y preciosa; la poesía que canta al pueblo y manifiesta su marginalidad con singular sensibilidad.
Yo, con la mayor humildad de aficionado y amante de la poesía, me he permitido hacerle mi propio homenaje en este blog. Se trata de un poema dedicado a su recuerdo, a su memoria, para que siempre perdure su obra entre nosotros. Aparte de ello, también le ofreceremos en la Peña Flamenca Juan Casillas, de Cuevas de San Marcos, mi pueblo, otro homenaje del que dejaré constancia en el blog de dicha entidad y que os comunicaré por si os apetece visitarlo más adelante.

A Federico García Lorca en el 75 aniversario de su muerte.
------------------
Entre los olivos verdes
marcha la verde guadaña
con cabezas de charol
y la hiel en las entrañas.

Humillado Federico
por sufrir tanta patraña
con su paso ensimismado
va hacia la muerte anunciada.

Gritos, blasfemias y golpes
y un disparo que le mata,

sus infames asesinos

muestran su mísera alma…

Entre los olivos verdes
corre Preciosa espantada
mesándose lo cabellos
gritando desesperada.

Llama a Antoñito el Camborio,
busca por todas las plazas
a Ignacio Sánchez Mejías
y ve a Soledad Montoya
con la faz desencajada
semblando un cuadro de Goya.

Hasta Paquiro y su hermano
dejaron de discutir,
en este mundo gitano,
que es día de luto y sufrir.

Y Preciosa con sus gritos
va llamando en la alborada
para plañir en el duelo
en la casa de Bernarda.

Lloran estrellas fugaces
en lluvia desesperada.
La luna de los gitanos
va gimiendo la desgracia
asomándose al barranco
dejando enlutada el alba.

Ay luna de pergamino,
luna de frígida plata,
escóndete entre las nubes
escóndete entre la jara,
no le des luz a los campos
en esta noche tan trágica.

Tragedia,
Bodas de sangre
en la tierra derramada
que ha dejado de ser Yerma
para preñarse en su savia,
para acoger la semilla
que dé su fruto mañana.

Mientras,
Mariana Pineda,
banderas de libertad
sigue bordando en su casa
sin enterarse siquiera
de tanta y tanta desgracia.

La muerte se fue contenta
y a Federico llevaba,
se lo arrebató a la vida
la fuerza de su guadaña.

Desde entonces en el cielo
la alegría es desbordada,
la pena y el sufrimiento
en la tierra se quedaba.

Y entre los olivos verdes
corre Preciosa espantada
mesándose lo cabellos
gritando desesperada,
a casa de los ingleses
para ver sí ellos le salvan…


  1. Antonio Porras. Agosto 2011



DIUMENGE 21 D’AGOST DE 2011

FEDERICO

El filólogo, como cualquier técnico, puede llegar a ser muy tonto. Pero mucho. Precisamente por creerse muy listo en lo suyo. Lo mismo puede ocurrirle a cualquier especialista de cualquier otra disciplina.

Hace años se estableció una discusión filológica sobre un verso lorquiano. En uno de sus primeros libros, del cual había desaparecido el manuscrito, se podía leer el siguiente verso:

"Mi corazón es un poco de agua clara"

¿Poco?, se preguntaron los filólogos creyéndose muy listos. Será pozo, se dijeron. Infinitamente más poético, más arrebatado, más apasionado, más grande, menos ridículo, más gramatical incluso. Y así dejaron el verso convertido en:

"Mi corazón es un pozo de agua clara"

y se quedaron tan anchos. Pero, ¿alguien puede imaginarse a Federico diciendo que su corazón era un pozo de agua clara? ¿No resulta este verso infinitamente más trillado, más previsible?

Años más tarde se descubrió el manuscrito original que contenía ese verso. Y no había error. Federico, efectivamente, había dicho, con una sensibilidad que jamás tuvieron los filólogos que le glosaron, que su corazón no era más que un poco de agua clara.

En esa sencillez radica su poesía, su espíritu poético.

Aunque sin fotos (mi conexión actual tiene la culpa) he deseado sumarme a este homenaje a partir de la lectura de dos blogs amigos (y de amigos): Isabel (del Cobijo) y Antonio. Supongo que los grandes poetas sacan lo mejor de nosotros mismos y somos capaces de emocionarnos hablando de ellos.

Una última anécdota, esta vez no filológica sino biográfica, del propio Federico, referida por él en una de sus hermosas conferencias. Siendo niño solitario se refugió en una de esas choperas que hay cerca de la Fuente, en la Vega, que yo también he visto. Y allí sintió que alguien le llamaba. Era una voz oscura, confusa, extraña. El niño observó atentamente, buscando de dónde provenía ese Fe-de-ri-coooo, casi como un susurro, que le estaba avisando de algo. Y entonces descubrió que era el viento que, meciendo las ramas de los chopos, producía un lamento que a él se le figuró su nombre.

Así nos llama la poesía, la naturaleza (supongo que vienen a ser lo mismo), cuando estamos dispuestos a escucharlas. Y por eso debemos estar agradecidos a los poetas que educaron nuestros oídos. No sé si nos hicieron más sabios; nos hicieron más atentos, lo que probablemente sea todavía mejor.
  1. .



Alguien
Málaga (España)


Más información sobre la vida y el asesinato de Lorca:  http://intothewildunion.blogspot.com/?zx=969ec3db5d8df7e6 “Esto no es para mí”, murmuré mientras me alejaba de la fosa recién excavada. El fusil apuntaba al suelo y la mano palpitaba levemente. Hacia las cuatro de la madrugada, el calor de julio se hace tolerable, incluso en Granada. Nunca pensé que ser el mejor tirador de mi compañía me convertiría en un matarife...Mi agradecimiento a Rafa Narbona autor de este texto ejemplar.


http://www.youtube.com/watch?v=vQwDiEqsyss Mi agradecimiento Adriana Alba que me envía este enlace.http://descubriendonuestrointerior.blogspot.com/



LUNES 15 DE AGOSTO DE 2011


A ti Federico, allá dónde te encuentres.

"Cuando se hundieron las formas puras / bajo el cri cri de las margaritas / comprendí que me habían asesinado. / Recorrieron los cafés y los cementerios y las iglesias, / abrieron los toneles y los armarios, / destrozaron tres esqueletos para arrancar sus dientes de oro. / Ya no me encontraron. / ¿No me encontraron? / No. No me encontraron. / Pero se supo que la sexta luna huyó torrente arriba, / y que el mar recordó ¡de pronto! / los nombres de todos sus ahogados".
Federico García Lorca, “Poeta en Nueva York”

A ti Federico,  allá dónde te encuentres.

¿Dónde yaces Federico? 75 años han pasado sin saber, sin conocer tan siquiera la fecha exacta en que te obligaron a callar tu verso con un puñado de metralla, como a tantos otros, ojos vendados, manos atadas, espalda contra tapia, bajo la bandera del genocidio aún impune del franquismo.
.
No hay razones que justifiquen un crimen, pero en ti las encontraron. Aunque detestabas la política partidaria y conseguiste resistir la presión para afiliarte el Partido Comunista, tu afinidad al Frente Popular y a la República y tu posicionamiento al lado de la injusticia social ("Siempre seré partidario de los que no tienen nada y hasta la tranquilidad de la nada se les niega"), te convirtieron en un personaje incómodo para la derecha. Tampoco te ayudó que los intolerantes fueran conocedores de tu condición sexual. Aunque yo creo querido Federico que una razón importante fue la envidia. Eras “el poeta”, el creador excepcional.

Con un puñado de metralla terminaron con tu vida poeta. Apenas treinta y ocho años antes habías nacido en Fuente Vaqueros (Granada) y estudiaste en Madrid en la Residencia de Estudiantes, compartiendo clases con un genio tímido y callado que se llamaba Salvador Dalí, y con un turolense de fuerte carácter y futuro boxeador, que se llamaba Luis Buñuel. Conociste a José Moreno Villa, Emilio Prados, Pedro Salinas, Pepín Bello y tantos otros. A Miguel Hernández siempre le miraste por encima del hombro, por considerarlo un poco pueblerino, porque no nos engañemos Federico, tu presumías de ser un gran poeta con esos aires de señorito andaluz que siempre te acompañaban.

¿Qué turbia premonición pasó por tu cabeza el 13 de agosto de 1936? Cogiste un tren en Atocha dirección Granada, con la intención de celebrar tu onomástica en familia el día 18 de agosto. Te acompañó a la estación tu amigo Rafael Nadal. A escondidas le entregaste un paquete cerrado con la consigna de que si te ocurría algo lo destruyera. ¿Recuerdas? En el paquete, una obra inédita: El público.

Pero el miedo se hizo patente cuando el 16 de agosto asesinaron a tu cuñado, Manuel Fernández-Montesinos, que apenas unos días antes había sido elegido alcalde socialista, el último alcalde republicano de Granada y tus sospechas de ser detenido pasaron a ser certezas. Por ello decidiste ocultarte en casa de tu amigo poeta y falangista Luis Rosales. Allí estabas, en el desván, cuando llegaron a detenerte Ramón Ruiz Alonso, Juan Luis Trescastro y Luis García Alix.

¿Quién te delató? ¿Quiénes te denunciaron? Las hipótesis apuntan a varios denunciantes anónimos y a tu entorno familiar, concretamente el de los primos Alba-Roldán, a quienes Valdés, gobernador militar de Granada tras el golpe de Estado, encargó las formaciones de"escuadras negras" para "hacer desaparecer a gente" de la zona.

¿Qué hicieron contigo Federico? Entre el 16 y 18 de agosto estuviste preso en el gobierno civil de Granada. No quisieron perdonarte la vida a pesar de las múltiples peticiones de indulto por parte de tus familiares e influyentes amigos. Cuando el 17 de agosto llegó Luis Rosales con una orden de libertad firmada por el gobernador militar Antonio González, le dijeron que tú ya no estabas allí. Pero no era cierto.  Angelina Cordobilla, la mujer que solía llevar la comida al Gobierno Civil te vió vivo, al lado de una mesa donde había papel, tintero y pluma. ¿Qué esperaban de ti? ¿La lista negra delatora firmada de tu puño y letra? ¿Quién te torturó? ¿Dónde está tu confesión?

¿Dónde está la denuncia que redactara Ramón Ruiz Alonso, y la sentencia a muerte que firmó Valdés por indicaron de Queipo de Llano? Nunca apareció. El único documento que se hizo público es el "Expediente de Responsabilidades Políticas" número 630 de 1940, en el que te acusan de pertenecer a la masonería, en la Logia de Alhambra, que estabas afiliado a los amigos de Rusia, que eras de ideología izquierdista, director de La Barraca de ideario comunista, que publicaste varios poemas negando la existencia de Dios,  que fuiste secretario de Fernando de los Ríos y además homosexual.

El 18 de agosto te sacaron esposado del Gobierno Civil, te hicieron subir a un vehículo y te trasladaron a La Colonia, en Víznar, un caserío que servía de prisión improvisada y clandestina. El punto de espera de los que iban a ser asesinados. De allí a una cuneta del camino de Alfacar y ante un viejo olivar te fusilaron junto a los otros y te enterraron, como a tantos otros, en una  fosa común sin nombre ni cruz. Dicen que el autor material de tu muerte pudo ser Juan Luis Trescastros Medina, casado con una prima lejana de tu padre, pero han dicho tantas cosas Federico. Incluso difundieron un acta falsa de tu defunción diciendo que habías muerto debido a heridas en combate. Los franquistas siempre quisieron ocultar el crimen.

Hace poco, tras otra investigación, se dieron a conocer los nombres de los que se creen fueron tus asesinos oficiales, los miembros de laescuadra negra de Víznar: el cabo de Asalto Mariano Ajenjo Moreno, el pistolero Antonio Benavides Benavides, Salvador Varo Leyva, Juan Jiménez Cascales, Fernando Correa Carrasco y Antonio Hernández Martín. Todos ellos, que actuaban como asesinos voluntarios, luego entrarían a formar parte de la Guardia de Asalto como compensación.

No sé si te gustará saber que tu asesinato se convirtió en uno de los principales cargos contra el franquismo. El mismísimo dictador intentó salir al paso en unas declaraciones para el periódico mexicano La Prensa en noviembre de 1937, diciendo: “ese escritor murió mezclado con los revoltosos… Como poeta, su pérdida ha sido lamentable y la propaganda roja ha hecho pendón de este accidente, explotando la sensibilidad del mundo intelectual.

Tu muerte y la de tu cuñado marcaron para siempre la vida de tu familia. Aparte de impregnarles de dolor, tuvieron que soportar la confiscación de sus bienes y el pago de multas millonarias. En 1940 se marcharon hacia el exilio en Estados Unidos. Las últimas palabras de tu padre al embarcar en el “Marques de Comillas” fueron: “No quiero volver a este jodido país en toda mi vida”

Hasta 1950 no se supo dónde te habían asesinado. Fue Gerald Brenan el primero que investigó y el primero en publicar los resultados en el capítulo “Granada” de su libro La faz de España. Brenan describe el Barranco de Víznar como  “un pequeño sendero que conducía hasta arriba por el lado del lecho seco y allí, a cincuenta metros más adelante, estaba el lugar. Era una suave pendiente de arcilla azul, con algunos juncos y juncias dispersos, un depósito de las avenidas que se producían cuando el “barranco” se llenaba de agua… El hispanista francés Claude Couffon realizó una investigación casi paralela a la de Brenan, y también aciertó con el lugar del crimen. Hubo muchos más detrás de tus huellasMarcelle Auclair, Ian Gibson, José Juan Vila-San Juan, Eduardo Molina Fajardo, Eutimio Martín, Miguel Caballero. Éste último investigador granadino ha arrojado nuevos datos sobre tu ejecución y las personas que la llevaron a cabo y asegura que fuiste fusilado la misma noche del 16 de agosto y no la madrugada del día 19 como se creía hasta ahora.

¿Y qué más da ya todo eso Federico? Si estás muerto. Te mataron y te remataron y llevamos 75 años de luto.

La censura de la época trató de menoscabar  tu capacidad  poética y tu talento y borrar tu compromiso con unos ideales que no tenían que ver con los del franquismo, porque antes tú habías machacado la hipócrita moral a la que ellos pertenecían.

Pasaron muchos años hasta que dieron libertad a tu obra. Te seguían teniendo miedo. Te habían matado y seguían temiéndote. Nos privaron de tu cuerpo en uno de los crímenes más execrables, pero no de tus palabras y  tu verso, que permanece inalterable con nosotros.

Aún así, poetas europeos y americanos, no han dejado de intentar recuperarte. Es como si a lo largo de estos setenta y cinco años hubiera un esfuerzo común para perfilar en el discurso una misma identidad, la memoria fraterna, el compromiso ideológico, la decidida admiración o el insondable sentimiento del dolor.

Federico, ¿Recuerdas cuando decías que el mundo estaba detenido ante el hambre que asolaba los pueblos?, seguimos igual, con el mismo desequilibrio económico, con ricos y pobres, pero ya nadie habla en socialista puro. (“El mundo está detenido ante el hambre que asola a los pueblos. Mientras haya desequilibrio económico, el mundo no piensa. Yo lo tengo visto. Van dos hombres por la orilla de un río. Uno es rico, otro es pobre. Uno lleva la barriga llena, y el otro pone sucio el aire con sus bostezos. Y el rico dice: ‘¡Oh, qué barca más linda se ve por el agua! Mire, mire usted el lirio que florece en la orilla’. Y el pobre reza: ‘Tengo hambre, no veo nada. Tengo hambre, mucha hambre’. Natural. El día que el hambre desaparezca, va a producirse en el mundo la explosión espiritual más grande que jamás conoció la humanidad. Nunca jamás se podrán figurar los hombres la alegría que estallará el día de la gran revolución. ¿Verdad que te estoy hablando en socialista puro?” [Entrevista en La Voz, Madrid, 7 de abril de 1936].

Te mataron Federico y todo fueron sombras. Alejo Carpentier lo describió muy bien con estas palabras:

"Llega el periodista de América y llega el escritor de Francia; viene el profesor erudito y viene el poeta embrujado por el duende del poeta-duende. Y camina y pregunta [...]. Se ve rodeado [...] por sombras oscuras, arrugadas, supervivientes de un ayer que temen hablar de ayer, y rodean al visitante, al investigador, al erudito, al hombre de ficha y documentos, como un cónclave de sombras que callan su secreto [...]. ¡Gracias a ti, hemos sabido, Federico, cuánto pesaba la sangre de un poeta!".


Te mataron Federico, y ya no te encontraron. No. No te encontraron

Colaboran en este homenaje: Adriana Alba (Argentina), Carmela Carmela Román (Argentina), Ana RanieriAna Ranieri (Argentina), Concepto-a parte (SubSueños: Rotos) María Torres (Cádiz, España), Isolda(Costa del Sol, España), María HerradorMaría Herrador Martínez(Lanzarote, Canarias, España),Flamenco Rojo (El Bosque, Sevilla, España), Rafa NarbonaRafael Narbona (Madrid, España), Alguien (Málaga, España); (Antonio Porras, Málaga, España), Mateo Santamarta Mateo Santamarta (Madrid, España), Mercedes Pinto MaldonadoMercedes Pinto Maldonado (Málaga, España), YsupaisAlicia Montoro R (Madrid, España), Reyes Váccaro Jiménez Reyes Vaccaro(Sevilla, España),Virgi (Tenerife, España) Isabel Martínez BarqueroIsabel Martínez Barquero  (Murcia, España),Sue(¿?, España), Aristos Veyrud (San José, Costa Rica), Carlos Díaz Rodrigez (Puerto Real, Cádiz, España), Victor Alonso (Maspalomas,Las Palmas de Gran Canaria), María Torres María Torres, España, Lola Mariné (Barcelona , España),  Eastriver (Barcelona, Catalunya,España)East River, España) Victor Alonso,Fackel (La mitad del tiempo se la pasa resisitiendo. La otra mitad indignándose. (Karl Kraus)),  (Monique Lucy Weberink (Bélgica), Monique Lucy Weberink
































Entradas hermosas dedicadas por Isabel Martínez Barquero, Reyes Vaccaro Jiménez, Monique Lucy Weberink  y Carmela San Román, María Torres, en sus blogs. No os las perdáis.


jueves 18 de agosto de 2011


TE RECUERDO, FEDERICO

Federico García Lorca, con 21 años, en Granada (1919)

Me acompañas con tu gracia, me proteges con tu encanto.
Tus ojos se clavan en mí y me recuerdas la “pena negra”, me adviertes los verdes de muerte y me enredas en tus versos 
                    “con todo lo que tiene cansancio sordomudo
                     y mariposa ahogada en el tintero”.

Atrevida, esbozo un conato de poema en tu honor, y te lo canto bajito, para que las estrellas no sientas celos de tu brillo:

                  Cinco farolitos 
                  tiene mi calle.

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La podredumbre envidia a la alegría
como lo siniestro envidia lo que es libre
aire , viento azul ,canciones , el grito puro
de quien tiene un corazón ligero ,
el arte largo y las palabras bellas.










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