Bienvenido

Estás en una página de Mateo Santamarta.
Todos los textos y las obras que lleven mi
firma pueden ser difundidos libremente
siempre que no haya ánimo de lucro. Se
agradece el que se cite la autoría.







Translate

martes, 14 de agosto de 2012

Rainer María Rilke- TRILOGÍA ESPAÑOLA I

Blogger Adriana Alba dijo...






Canciones de los ángeles



No he soltado a mi ángel mucho tiempo,

y se me ha vuelto pobre entre los brazos,
se hizo pequeño, y yo me hacía grande:
de repente yo fui la compasión;
y él, solamente. un ruego tembloroso.

Le di su cielo entonces: me dejó

él lo cercano, de que él se marchaba;
a cernerse aprendió. yo aprendí vida,
y nos reconocimos . lentamente...

Aunque mi ángel no tiene ya deber,

por mi día más fuerte desplazado,
baja a veces su rostro con nostalgia,
como si no quisiera ya su cielo.

Querría alzar de nuevo, de mis pobres

días, sobre las cimas de los bosques
rumorosos, mis pálidas plegarias
basta la patria de los querubines.

Allí llevó mi llanto originario

y pensamientos; y mis diminutos
dolores se volvieron allí bosques
que susurran sobre él...

Sí algún día, en las tierras de la vida,

entre el ruido de feria y de mercado,
la palidez olvido de mi infancia
florecida, y olvido el primer ángel,
su bondad, sus ropajes y sus manos
en oración, su mano bendiciendo;
conservaré en mis sueños más secretos
siempre el plegarse de esas alas,
que como un ciprés blanco
quedaban detrás de él...

Sus manos se quedaron como ciegos

pájaros que, engañados por el sol,
cuando, sobre las olas, los demás
se fueron a perennes primaveras,
han de afrontar los vientos invernales
en los tilos vacíos, sin follaje.

Había en sus mejillas la vergüenza

de las novias, que el espanto del alma
tapan con púrpuras oscuras
ante el esposo.

Y en los ojos había

resplandor del primer día:
pero sobre todo
descollaban las alas portadoras...

Había expectación en la llanura

por un huésped que no acudió jamás:
aún pregunta tal vez el jardín trémulo:
su sonrisa después se vuelve inválida.

Y por los barrizales aburridos

se empobrece en la tarde la alameda,
las manzanas se angustian en las ramas
y les hacen sufrir todos los vientos.

Es donde están las últimas cabañas

y casas nuevas que, con pecho angosto,
se asoman estrujadas, entre andamios miedosos,
quieren saber dónde empieza el campo.

Allí la primavera siempre es pálida, a medias,

el verano es febril tras esas tablas:
enferman los ciruelos y los niños,
y tan sólo el otoño allí tiene algo

de remoto y conciliador: a veces

son sus tardes de suave derretirse:
dormitan las ovejas, y el pastor con zamarra
se apoya, oscuro, en la última farola.

Alguna vez ocurre en la honda noche

que se despierta el viento, como un niño,
y pasa la alameda, solitario,
quedo, quedo, llegando hasta la aldea.

Y a tientas va marchando hasta el estanque

y se para después a oír en torno:
y las casas están pálidas todas
y las encinas mudas...

Versión de Adrian Kovacsics



amo éste poema, amo a Rilke.

Un abrazo querido Mateo.


                                                             15 de agosto de 2012 03:44

Rainer Mará Rilke

TRILOGÍA ESPAÑOLA I

De esa nube, mira, que violenta
a la estrella oculta, que justo ahora fue -(y de mí),
de esa serranía, al fondo, noche ahora,
vientos nocturnos tiene por un tiempo -(y de mí);
de ese río en lo profundo del valle, que prende
el destello de un claro de cielo desgarrado (y de mí),
de mí y de todo eso hacer una sola
y única cosa, Señor: de mí y del sentimiento
con que el rebaño, encerrado en el aprisco,
recibe con la exhalación de su aliento el grande,
el oscuro no-ser-ya más de este mundo -, de mí y de aquella
luz en la tétrica oscuridad de muchas casas, Señor:
hacer una cosa; de los que duermen,
de los viejos, extraños, en el hospicio,
que tosen importantes en las camas;
de los niños adormilados en pechos tan extraños,
de tantos seres imprecisos, y siempre de mí,
de nada más que de mí, y de lo que no conozco,
hacer la cosa, Señor, Señor, Señor, la cosa
que, cósmico-terrenal como un meteoro,
reúne rauda en su gravitación sólo la suma
del vuelo: no sopesando sino la llegada.

Traducción de Jaime Ferrero Alemparte.

BloggerAdriana Alba dijo...








Estoy convencida que los ángeles inspiraron a Rilke.
Me olvidaba de dejarte video


http://www.youtube.com/watch?v=it132Sn_bSs



besosss

15 de agosto de 2012 03:50
 Suprimir

viernes, 10 de agosto de 2012

El Funámbulo (Jean Genet)

Jean Genet nació el 19 de Diciembre de 1910 en París, hijo de padre desconocido y de Gabrielle Genet, ama de llaves, quien abandona al niño un año después.

Aprendiz de tipógrafo, a los catorce años se fuga de su centro de formación y comienza un rosario de fugas y pequeños hurtos.


A los dieciséis años ya conoce la prisión de menores y el correccional de Mettray, -en donde descubre la homosexualidad-. Posteriormente se alista en el ejército, siendo voluntario
 para viajar al extranjero, dirigiendo sus pasos por el Oriente Medio. Una vez libre, viaja a España entre los años 1933-34. Desertor, Genet atraviesa Europa de extremo a extremo, alternando el burdel con la prisión.


................................................................................................

"La Mort- la Mort dont je te parle- n'est pas celle qui suivra ta chute, mais celle qui précède ton apparition sur le fil. C'est avant de l'escalader que tu meurs. Celui qui dansera sera mort- décidé à toutes les beautés, capable de toutes. Quand tu apparaîtras une pâleur- non, je ne parle pas de la peur, mais de son contraire, d'une audace invincible- une pâleur va te recouvrir. Malgré ton fard et tes paillettes tu seras blême, ton âme livide. C'est alors que ta précision sera parfaite. Plus rien ne te rattachant au sol tu pourras danser sans tomber. Mais veille de mourir avantd'apparaître, et qu'un mort danse sur le fil..."

"La Muerte -la Muerte de la que te hablo- no es aquella que seguirá a tu caída, sino aquella que precede a tu aparición sobre el alambre. Cuando mueres es antes de escalarlo. Quien baile estará muerto -decidido a todas las beldades, capaz de todas. Cuando aparezcas, una palidez -no, no hablo de miedo, sino de su contrario, de una audacia invencible- una palidez va a recubrirte. A pesar de tu pintura y de tus lentejuelas, estarás muy pálido, tu alma lívida. Es entonces cuando tu precisión será perfecta. Al no atarte nada ya al suelo, podrás bailar sin caer. Procura morir antes de aparecer, y que un muerto baile sobre el alambre."
Jean Genet (El funámbulo)



 Adriana Alba dijo...
Bloggeruna vida desgarradora, llena de temores, de desamor...las tinieblas aprovechan la amarga soledad de los poetas, pero a su vez tejen palabras que perdurarán eternamente.
no lo conocía Mateo, pero de alguna manera me trajo el recuerdo de Jacobo Fijman, si no lo conoces estoy segura que te interesará su obra. te dejo un poema de éste hombre que sufrió en carne viva y murió en soledad.

Demencia:


el camino más alto y más desierto.
Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco
a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!

Jacobo Fijman

Mi abrazo grande y todo mi cariño para vos.