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sábado, 1 de junio de 2013

Rosalía de Castro- Follas Novas- Vaguedades- VIII- Adiós, ríos; adios, fontes; Cantares Galegos 15

Rosalía de Castro- Follas Novas- Vaguedades- VIII

Allá, por la alta noche,
a la luz de la triste y moribunda lámpara
o entre la negra oscuridad medrosa,

el viejo ve fantasmas.



Unos son árboles mustios y sin hojas;
otros, fuentes sin aguas;
montes que la nieve eternamente cubre,
yermos que nunca acaban.

Y al amanecer el día,
cuando con la última estrella se marchan,
otros vienen más tristes y sañudos,
pues la verdad amarga,
escrita traen en los vacíos ojos
y en las sienes calvas.

No digáis nunca mozos que perdisteis
la risueña esperanza:
del que a vivir empieza es siempre amiga;
¡sólo enemiga mortal de quien acaba....!
...
Adiós, ríos; adios, fontes;
Cantares Galegos
15
Adiós, ríos; adios, fontes;
adios, regatos pequenos;
adios, vista dos meus ollos:
non sei cando nos veremos.
Miña terra, miña terra,
terra donde me eu criei,
hortiña que quero tanto,
figueiriñas que prantei,
prados, ríos, arboredas,
pinares que move o vento,
paxariños piadores,
casiña do meu contento,
muíño dos castañares,
noites craras de luar,
campaniñas trimbadoras,
da igrexiña do lugar,
amoriñas das silveiras
que eu lle daba ó meu amor,
camiñiños antre o millo,
¡adios, para sempre adios!
¡Adios groria! ¡Adios contento!
¡Deixo a casa onde nacín,
deixo a aldea que conozo
por un mundo que non vin!
Deixo amigos por estraños,
deixo a veiga polo mar,
deixo, en fin, canto ben quero...
¡Quen pudera non deixar!...
.........................................
Mais son probe e, ¡mal pecado!,
a miña terra n'é miña,
que hastra lle dan de prestado
a beira por que camiña
ó que naceu desdichado.
Téñovos, pois, que deixar,
hortiña que tanto amei,
fogueiriña do meu lar,
arboriños que prantei,
fontiña do cabañar.
Adios, adios, que me vou,
herbiñas do camposanto,
donde meu pai se enterrou,
herbiñas que biquei tanto,
terriña que nos criou.
Adios Virxe da Asunción,
branca como un serafín;
lévovos no corazón:
Pedídelle a Dios por min,
miña Virxe da Asunción.
Xa se oien lonxe, moi lonxe,
as campanas do Pomar;
para min, ¡ai!, coitadiño,
nunca máis han de tocar.
Xa se oien lonxe, máis lonxe
Cada balada é un dolor;
voume soio, sin arrimo...
¡Miña terra, ¡adios!, ¡adios!
¡Adios tamén, queridiña!...
¡Adios por sempre quizais!...
Dígoche este adios chorando
desde a beiriña do mar.
Non me olvides, queridiña,
si morro de soidás...
tantas légoas mar adentro...
¡Miña casiña!,¡meu lar!




Adriana Alba dijo...



Como siempre querido Mateo, una alegría visitarte, aunque tarde llego.


Te dejo un poema de Rosalía de Castro que me encanta.


Besos y más besos.


Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros.



Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
De mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.



-Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de mi vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.



Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?



R.d.C.


Sigamos soñando amigo!

5 comentarios:

virgi dijo...

Me compré hace tiempo su libro "A orillas del Sar" y me pareció triste, no sé, le vi algo de tragedia que en ese momento no me atrajo
Tendría que releerlo, ahora voy a ver si lo encuentro.
Besos, me gusta el cambio que le has dado al blog.

Isolda Wagner dijo...

Me recierda al bachillerato. La leí con mucho gusto. Quizá por la tristeza y melancolia de la que habla Virgi.
Besos.

mateosantamarta dijo...

Es melancólica, Virgi. Los que tenemos raíces en zonas no tan civilizadas sentimos la tierra como algo muy nuestro, algo que nos sustenta. Cuando nos alejamos de esa tierra en que hemos nacido, nos sentimos así, ella lo poetiza muy bien. Un abrazo.

Adriana Alba dijo...

Como siempre querido Mateo, una alegría visitarte, aunque tarde llego.

Te dejo un poema de Rosalía de Castro que me encanta.

Besos y más besos.

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros.


Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
Ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
Lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
De mí murmuran y exclaman:
Ahí va la loca soñando
Con la eterna primavera de la vida y de los campos,
Y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
Y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.

-Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
Mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
Con la eterna primavera de mi vida que se apaga
Y la perenne frescura de los campos y las almas,
Aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.

Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
Sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

R.d.C.

Sigamos soñando amigo!

mateosantamarta dijo...

Gracias, Adriana; sé que estás muy ocupada y que ésto te supone un esfuerzo. Me alegra que valores a Rosalía de Castro -últimamente poco apreciada en España, parece-. Besos, amiga.
Seguimos soñando o despiertos...