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domingo, 28 de junio de 2015

Nietzsche > La gaya ciencia > El paso.

 Puente en la vega de Izagre. Fotografía de Mateo Santamarta.

 16. El paso.- En las relaciones con las personas que tienen el pudor de sus sentimientos hay que saber disimular, pues experimentan un odio repentino hacia quien sorprende en ellos un sentimiento tierno, entusiasta o elevado, cual si se hubieran visto sus más secretos pensamientos. El que quiera hacerles un bien en tales momentos debe de hacerles reír o deslizar bromeando alguna fría malicia; así su sentimiento se hiela y vuelven a ser dueños de sí mismos. Pero estoy dando la moraleja antes que la historia.
 Estuvimos una vez tan cerca el uno del otro en la vida, que parecía que nada podría estorbar nuestra amistad y nuestra fraternidad y que no había entre nosotros más que un breve paso.
 En el instante en que ibas a pasarle te pregunté: "¿Vas a pasar el puente para venir conmigo?" Entonces cambiaste de parecer, y aunque te rogué que pasaras, no me contestaste. Desde entonces, montañas, ríos, todo lo que puede separar e incomunicar se ha precipitado entre nosotros, y aunque quisiéramos reunirnos, no podríamos. Y, cuando piensas ahora en aquel paso tan breve, no encuentras palabras, sino sollozos y pasmo.

 (José J. de Olañeta, Editor. Versión de Pedro González Blanco)

6 comentarios:

Adriana Alba dijo...

Que buen fragmento.
Hay personas con una coraza de orgullo muy dura, temen ser descubiertos en su vulnerabilidad, a mi criterio no son muy conscientes de ello, y en ocasiones suelen arrepentirse de sus decisiones.
Pero el Tren ya pasó raudamente por el Puente y es probable que tarde mucho en volver a cruzar o lo peor que no pase nunca más.
De todos modos sabes que soy optimista en cuanto a "volver a empezar"
Abrazos querido Mateo.

mateosantamarta dijo...

Gracias, Adriana. Temo ser uno de esos personajes que lejos de pasar el puente sienten el vértigo y dan una penosa marcha atrás. Un abrazo, amiga.

Amando García Nuño dijo...

Algunos arrastramos (y así pretendemos justificarlo, como si hiciera falta) todo un adeene pudoroso en cuanto a sentimientos. En casos como el mío, hay quien alude a legados mesetarios, y quizá no les falte razón. En todo caso, esa forma de ver las relaciones, esa aparente aridez es tan válida como la emotividad que se desborda en torrentera. Basta con que sepamos respetar, y entender, la manera de manifestar la sensibilidad de cada uno. Quizá en el fondo no estén tan distantes. Interesante reflexión la que rescatas.
Abrazos, siempre

mateosantamarta dijo...

En esas estamos, Amando. Quizá sea un distintivo mesetario. lo que me incluiría en esa sub-especie. En cualquier caso, pagamos con lo nuestro. Abrazos, amigo.

AtHeNeA dijo...

Sabias letras,
Así como sabias y de no tan fácil aplicación son esas que dicem que: " en la vida lo más importante es saber qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar"

Un abraz✴ de luz

mateosantamarta dijo...

Un abrazo, AtHeNeA. Difícil cuestión esa que planteas. Se suele comprender cuando ya es tarde.