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sábado, 20 de enero de 2018

Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro Estaciones

Interrogaría
sobre el haiku chino
a esta mariposa que vuela.

(Versión de Francisco F. Villalba: Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro estaciones, Miraguano Ediciones) 
***
Brisa ligera
apenas tiembla
la sombra de la glicina

Versión de Francisco F. Villalba: Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro estaciones, Miraguano Ediciones) 
***
El viejo estanque.
Se zambulle una rana.
Ruido de agua.

(Versión de Carlos Rubio > El pájaro y la flor, Alianza Literatura)
***
Tregua de vidrio
el son de la cigarra
taladra rocas.

(Versión de Octavio Paz > Versiones y Diversiones, Círculo de Lectores - Galaxia Gutemberg)
***
En medio de la llanura
canta la alondra
de todo libre.

Versión de Francisco F. Villalba: Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro estaciones, Miraguano Ediciones) 
***
En la cascada clara
las agujas verdes de los pinos
se desparraman.

Versión de Francisco F. Villalba: Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro estaciones, Miraguano Ediciones) 
***
El mar ya obscuro
los gritos de los patos
apenas blancos.

(Versión de Octavio Paz > Versiones y Diversiones, Círculo de Lectores - Galaxia Gutemberg)
***
¿La nieve que cae
es otra 
este año?

Versión de Francisco F. Villalba: Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro estaciones, Miraguano Ediciones) 
***
Enfermo durante el viaje
mis sueños
por los páramos yermos.

Versión de Francisco F. Villalba: Matsuo Bashõ > Haiku de las Cuatro estaciones, Miraguano Ediciones) 




sábado, 6 de enero de 2018

Suda Yoshihiro

Narciso (madera de magnolio pintada)
La Galería Elvira González exhibe desde el día 2 de Noviembre de 2017 y hasta el 13 de Enero de 2018 su segunda muestra de un artista singular -en un nuevo espacio que yo no conocía pues frecuento poco las galerías últimamente, y que es el tercero con esta firma en Madrid- . 
Se trata de Suda Yoshihiro, un escultor que a contracorriente de lo que se abusa tanto -el gigantismo en los formatos que parece preparado para grandes instituciones o espacios público- nos presenta una muestra de piezas muy pequeñas y perfectamente dispuestas en un espacio que parece hecho para esta muestra. Luz que incide en las flores y plantas talladas con minuciosidad en madera magnolio y primorosamente pintadas y las tenues sombras sobre la pared o el suelo.
Sólo siete obras en un espacio muy amplio. No se interfieren y cada una de ellas es un absoluto en el que no falta nada ni sobra nada: una invitación a un diálogo lento con ellas y con uno mismo. Un espacio que tiene algo de templo. Sólo un japonés podía hacer una obra así. 
Suda Yoshihiro nos lo cuenta.

 Flor globo (madera de magnolio pintada)

"¡No puedo hacer nada grande! En términos de la escala de arte, creo que hay artistas que que por naturaleza son capaces de crear obra en gran escala. Yo simplemente soy diferente a ellos. Cuando estaba en la universidad, hice muchos dibujos y tallas de objetos distintos a plantas y flores, pero siempre me he sentido más cómodo con las plantas y flores. Continúo realizando mis esculturas de adorno natural porque no me canso de ellas"

 Clemátide (madera de magnolio pintada)

"Recientemente, siento que el ritmo de vida es demasiado rápido. Nuevos aparatos y tecnologías aparecen uno detrás de otro. Sin embargo, nosotros, los humanos, no necesariamente evolucionamos al mismo ritmo. Por lo tanto, para cualquier cosa que demande técnica, como el arte, tienes que dedicar tiempo para desarrollar gradualmente habilidades". 

 Narciso (madera de magnolio pintada)

"Tallo cosas pequeñas, pero, aunque pequeñas -tanto que a veces pasan desapercibidas-, tienen el potencial de cambiar la manera en que apreciamos un espacio. Creo que el arte puede cambiar nuestra perspectiva y manera de pensar. Nos motiva a ver cosas que de otra manera tal vez no veríamos".
Hierbas (madera de magnolio pintada)

"Irónicamente, cuando vivía en el campo, no tenía interés en la naturaleza, pero después de mudarme a la ciudad desarrollé el interés por ella"

Persicaria (madera de magnolio pintada)

viernes, 5 de enero de 2018

Suda Yoshihiro

Narciso (madera de magnolio pintada)

La Galería Elvira González exhibe desde el día 2 de Noviembre de 2017 y hasta el 13 de Enero de 2018 su segunda muestra de un artista singular -en un nuevo espacio que yo no conocía pues frecuento poco las galerías últimamente, y que es el tercero con esta firma en Madrid- . 
Se trata de Suda Yoshihiro, un escultor que a contracorriente de lo que se abusa tanto -el gigantismo en los formatos que parece preparado para grandes instituciones o espacios público- nos presenta una muestra de piezas muy pequeñas y perfectamente dispuestas en un espacio que parece hecho para esta muestra. Luz que incide en las flores y plantas talladas con minuciosidad en madera magnolio y primorosamente pintadas y las tenues sombras sobre la pared o el suelo.
Sólo siete obras en un espacio muy amplio. No se interfieren y cada una de ellas es un absoluto en el que no falta nada ni sobra nada: una invitación a un diálogo lento con ellas y con uno mismo. Un espacio que tiene algo de templo. Sólo un japonés podía hacer una obra así. 
Suda Yoshihiro nos lo cuenta.

 Flor globo (madera de magnolio pintada)

"¡No puedo hacer nada grande! En términos de la escala de arte, creo que hay artistas que que por naturaleza son capaces de crear obra en gran escala. Yo simplemente soy diferente a ellos. Cuando estaba en la universidad, hice muchos dibujos y tallas de objetos distintos a plantas y flores, pero siempre me he sentido más cómodo con las plantas y flores. Continúo realizando mis esculturas de adorno natural porque no me canso de ellas"

 Clemátide (madera de magnolio pintada)

"Recientemente, siento que el ritmo de vida es demasiado rápido. Nuevos aparatos y tecnologías aparecen uno detrás de otro. Sin embargo, nosotros, los humanos, no necesariamente evolucionamos al mismo ritmo. Por lo tanto, para cualquier cosa que demande técnica, como el arte, tienes que dedicar tiempo para desarrollar gradualmente habilidades". 

 Narciso (madera de magnolio pintada)

"Tallo cosas pequeñas, pero, aunque pequeñas -tanto que a veces pasan desapercibidas-, tienen el potencial de cambiar la manera en que apreciamos un espacio. Creo que el arte puede cambiar nuestra perspectiva y manera de pensar. Nos motiva a ver cosas que de otra manera tal vez no veríamos".

Hierbas (madera de magnolio pintada)

"Irónicamente, cuando vivía en el campo, no tenía interés en la naturaleza, pero después de mudarme a la ciudad desarrollé el interés por ella"

Persicaria (madera de magnolio pintada)




jueves, 4 de enero de 2018

Rabindranath Tagore > Gitanjali (Ofrenda lírica) (Entrada I)

Romain Rolland y Rabindranath Tagore.
Mantuvieron una gran amistad y amplia amplia correspondencia hasta que Tagore habló favorablemente de la situación en Italia en 1926.
(Información sacada del prólogo del editor -el laberinto 13-)

I

Me has hecho infinito, este ha sido tu placer. Apuras sin cesar este frágil vaso, y vuelves a llenarlo 
nuevamente de vida joven.
Te has llevado por colinas y valles esta pequeña flauta de caña y has soplado en ella melodías
eternamente nuevas.
Al inmortal contacto de tus manos, mi alegre corazón rompe sus límites y se vierte en inefables expansiones.
Sólo tengo mis pequeñas manos para recoger tus dones infinitos. Y pasan los tiempos, y tú sigues esparciéndolos, y siempre queda algo por llenar.
   
VIII

El niño vestido con ropa de príncipe y cuyo cuello adornan cadenas de joyas no encuentra placer en el juego; a cada paso le estorban sus lujosos ornamentos.
Temiendo estropearlos o llenarlos de polvo, se aparta de la gente y no se atreve ni a moverse siquiera.
Madre, ¿le será bueno permanecer encarcelado en ese lujo, privado del saludable polen de la tierra?
¿No le robas de este modo el derecho de entrar en la gran fiesta de la común vida humana?

XI

¡Deja tus rosarios, cesa en tus cantos y tus salmos! ¿A quién crees honrar en este sombrío rincón solitario de un templo que tiene sus puertas cerradas? Abre los ojos y comprueba que tu Dios no está ante ti.
Está donde el labrador cultiva la dura tierra; y al borde del camino donde trabaja el peón caminero. Está con ellos bajo el sol y la tormenta; su vestido está cubierto de polvo. Despójate de tu piadoso manto y, como Él, desciende también hasta el polvo.
¡Liberación! ¿Dónde pretendes encontrar tu liberación? Nuestro Maestro se envolvió a sí mismo con las ligaduras de la creación, y se ató para siempre a nosotros.
¡Abandona tus meditaciones y aparta tus flores y tu incienso! ¿Qué importa si tus vestidos se rasgan y se ensucian? Ve junto a él y permanece a su lado en el trabajo y en el sudor de tu frente.

XXX

He salido solo para acudir a la cita. ¿Quién es, pues, este que me sigue en la silenciosa oscuridad?
Me desvío para evitar su presencia, pero no consigo escapar.
con sus fanfarronadas levanta polvaredas, y con su voz poderosa remeda todas las palabras que yo pronuncio.
Es mi propio yo miserable, ¡oh Señor! No conoce la vergüenza. Pero yo me avergüenzo de acudir a tu puerta en su compañía.







martes, 2 de enero de 2018

PÉRDIDA DE ALHAMA

PÉRDIDA DE ALHAMA
(1482)

Paseábase el Rey moro 
por la ciudad de Granada
desde la puerta de Elvira 
hasta la de Vivarrambla;
Cartas le fueron venidas 
cómo Alhama era ganada:
las cartas echó en el fuego 
y al mensajero matara.
¡Descabalga de una mula, 
y en un caballo cabalga,
por el Zacatín arriba 
subido se había al Alhambra;
mandó tocar sus trompetas, 
sus añafiles de plata.
y que las cajas de guerra 
apriesa toquen al arma,
porque lo oigan los moros, 
los de la Vega y Granada.
cuatro a cuatro, cinco a cinco,
juntádose ha gran compaña.
Allí habló un viejo alfaquí,
la barba bellida y cana:
-¿Para qué nos llamas, rey,
a que fue nuestra llamada?
-Para que sepáis, amigos, 
la gran pérdida de Alhama.
-Bien se te emplea , buen rey,
buen rey, bien se te empleara:
mataste a los bencerrajes
que eran la flor de Granada,
cogiste los tornadizos
de Córdoba la nombrada;
por eso mereces, rey,
una pena muy doblada:
que te pierdas tú y el reino
y que se acabe Granada.

Romancero español > Romances fronterizos.
(Clásicos Éxito)