Bellísimas fotografías, las tres.Un saludo
Gracias. Ya había encontrado tu blog que iré explorando con tranquilidad. He leido las últimas entradas que me han interesado mucho.
Vengo a desearte que el año que viene sigas derramando arte, y muchos más.Un abrazo.
La amapola tiene tanto de corazón como de flor. Hasta sus sombras evocan.
Gracias, Sofía, por tu elogio. Salvo ver el tema, ponerme nervioso ante el temor de que desapareciese y disparar hice poco. Un milagro. Un abrazo.
Ya lo dijo Sofía: amapola, la más sencilla, la más abundante. PAQUITA
Al menos en mi pueblo son muy abundantes y espectaculares. A mí me gustan mucho. Un saludo.
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Bellísimas fotografías, las tres.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias. Ya había encontrado tu blog que iré explorando con tranquilidad. He leido las últimas entradas que me han interesado mucho.
ResponderEliminarVengo a desearte que el año que viene sigas derramando arte, y muchos más.
ResponderEliminarUn abrazo.
La amapola tiene tanto de corazón como de flor.
ResponderEliminarHasta sus sombras evocan.
Gracias, Sofía, por tu elogio. Salvo ver el tema, ponerme nervioso ante el temor de que desapareciese y disparar hice poco. Un milagro. Un abrazo.
ResponderEliminarYa lo dijo Sofía: amapola, la más sencilla, la más abundante. PAQUITA
ResponderEliminarAl menos en mi pueblo son muy abundantes y espectaculares. A mí me gustan mucho. Un saludo.
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