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lunes, 13 de marzo de 2017

Mujeres. Un poema de Elvira Daudet.

Dibujo de Mateo Santamarta

Mujeres.

Hay mujeres hermosas como estatuas de hielo,

que viven entre pétalos y plumas
en el dulce refugio de las rosas.
Todo es bello en sus vidas, delicado; 
no saben del dolor, nunca han amado.
Los hombres las adoran, las protegen,
roban por sus favores,
dan la vida por ellas: son las diosas.
Hay mujeres araña, perversas viudas negras,
que tejen con sus lágrimas la tela
de sutil pedrería para cazar marido con fortuna, 
y luego devorarlo: son las brujas.
Damas sofisticadas, de dorada apariencia
y corazón de cuarzo,
lo mismo que los ríos que se adornan
con los oros prestados del otoño
y sólo guardan piedras en el fondo.
O vulgares, con vocación de mando
y agrio zumo, que únicamente gozan
paseando a los hombres con cadenas.
Las hay puras y tiernas, niñas no terminadas,
con candorosos ojos de vidriera,
que por su perfección y su rareza 
sus propietarios guardan celosos en vitrinas,
como el mayor tesoro. Con el tiempo,
pierden su juventud y su rareza;
se convierten en objetos olvidados.
Hay mujeres "alegres"
que al amor se jugaron la vida en una apuesta.
Desahuciadas,
abren su tenderete de miserias
al paso clandestino de los hombres,
con la muerte anidando en la mirada 
y la maleta llena de tristeza.
Y hay mujeres sencillas, con los ojos de agua
y la carne de harina,
que aman, trabajan, paren, se deshojan
aferradas a un sueño
-el más lento y cruel de los venenos-
y despiertan a golpes en una pesadilla.
Un monstruo, baba negra y ojos turbios,
se ha metido en sus camas y en sus vidas.
Pasado el primer trago
-mitad terror y otra mitad de sangre-,
adictas a la pócima de su amor obstinado,
se instalan el la esperanza inútil de que el cambie.
Penélopes dolientes, ocupadas
en destejer la trama misteriosa
que destruyó al muchacho enamorado.
Los hombres las desprecian, las golpean;
como animales mansos, ellas gimen bajito
y se dejan llevar al matadero.
Las matan a diario, son tan sólo mujeres.
ELVIRA DAUDET > POESÍA COMPLETA > LABERINTO CARNAL
(Ediciones Evohé)

6 comentarios:

barrincoia dijo...

Impresionante el dibujo, y el poema que has elegido para acompañarlo también lo es, impresionante.
Se agradece este despliegue de creatividad.
Un saludo

Isabel Martínez Barquero dijo...

Impresionantes el dibujo y el poema. Elvira siempre es sublime.
Un abrazo, Mateo, y gracias por traerla.

mateosantamarta dijo...

Gracias, barrin coja, por lo que me toca del elogio. Un saludo.

mateosantamarta dijo...

Gracias, Isabel. Pues eso, tu lo dices: Elvira es siempre sublime... y valiente. Un abrazo, amiga.

Anónimo dijo...

Valiosos ingredientes:imagen y prosa.

He disfrutado el poema ante todo.
Un saludo

mateosantamarta dijo...

Gracias, Roberto. Un saludo.