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viernes, 30 de abril de 2010
Silencio, sí, silencio.
Fotografía de Héctor Manuel García Peláez
Silencio
Sí
Silencio
Oís?
Canta la alondra solitaria
Contra el viento
Volando sin moverse
Allá en el cielo
Callemos pues nosotros
Silencio
Sí
Silencio
Mateo Santamarta
Fotografía de Daniel Fernández Alonso
Abandonemos nuestras ropas usadas
y volvamos a vestirnos de luz.
mateosantamarta
Entre el verde tierno y frío
los puntos rojos
brillantes
En sus pétalos translúcidos
pequeñas gotas
y el aire.
mateosantamarta
Amanecía en la estepa
sobre los pétalos blancos
y la luz me deslumbraba
desde las gotas brillantes.
mateosantamarta
El día 1 de Mayo mi padre, Orencio, hubiese cumplido 90 años. Los cumplirá en el corazón de mi madre –su mujer-, en los de mis hermanos y el mío –sus hijos- y en los de mis sobrinos –sus nietos-. Mi regalo es este cariñoso recuerdo que evoca el paisaje en que nacimos, mi madre y seis de sus hijos. Él y mi hermano nacieron en Matallana de Valmadrigal, en un paisaje muy similar. Pero todos vivimos en Izagre. También hay alguna foto del botánico de Madrid, ciudad en la que vivió casi la mitad de su vida.
¡Encuentro de dos manos
buscadoras de estrellas,
en las entrañas de la noche!
¡Con qué inmensa presión
se sienten sus blancuras inmortales!
Dulces, las dos olvidan
su busca sin sosiego,
y encuentran, un instante,
en su cerrado círculo,
lo que buscaban solas.
¡Resignación de amor,
tan infinita como lo imposible!
Juan Ramón Jiménez
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33 comentarios:
Me has emocionado, querido Mateo.
Pienso en mi padre, que murió hace un par de años y en mi madre, a punto de los 89. Dos seres inmensos. Así que te comprendo. Y te abrazo fuerte, muy fuerte, mientras te pienso.
Mi madre también va a cumplir 89. Nadie es más que los padres: ahora lo veo claro. Me siento muy próximo a mi padre. Muchas gracias por tu cariño y espero que Dios conserve la salud de tu madre y la mía.
Mucho amor y hermosura en este homenaje, Mateo, os acompaño en el sentimiento de duelo.
Un abrazo inmenso
Mateo, un silencio poblado de palabras, un adiós vestido de belleza. No merece menos un padre.
Te abrazo muy fuerte. Estoy contigo. Te entiendo. El dolor cuando se nos van no puede definirse. Yo aún no me he repuesto de la pérdida del mío. Sólo me consuela el hecho de que viven en nosotros, de que nos visitan en nuestros sueños. Nunca los olvidaremos.
Gracias, Mirada. Es sólo un pequeño recuerdo cariñoso...Sigo tu blog aunque a veces no deje comentarios. Lo disfruto. Un abrazo.
No se puede explicar ese dolor, esa carencia, esa ausencia absurda...Sólo quien como tú ya lo ha tenido que vivir puede entenderlo. Explicarlo no sirve. Es cierto lo de que viven en nosotros y que ahí debemos hacerlos crecer y ¡sentirlos felices! en nuestro amor y gratitud. Un abrazo. Espero que pronto vuelvas a publicar en tu blog.
La explicación a tu ausencia de un mes -parece- ha devenido en la de tu padre, ya por siempre.
Le tenías cariño, se deduce de tus palabras. Qué suerte tuviste! Yo no puedo decir lo mismo del mío. Murió en el 89, a los 64 años, de un infarto. Sufrió -y nosotros con él-esquizofrenia paranoide. Su comportamiento no hizo posible el amor, lo sentí a su muerte. Tanta vida perdida, sin un momento cierto para el diálogo sincero, ni uno solo.
Aún hoy lloro cuando rememoro esto.
Un abrazo, fuerte: PAQUITA
Lo siento por ti, amiga. Pero debes recordarle con cariño y agradecer que se liberase de su penosa enfermedad: en algún lugar seguirá estando y agradecerá ese cariño, ya sin las trabas que en su momento lo impidieron. Así lo creo de verdad. Gracias por tu visita y tus palabras. Ayer estuve en Ordesa de tu mano. Fué el primer lugar de Pirineos que conocí. Luego he estado varias veces por Cerler y he hecho todas las marchas para aficionados. Un abrazo.
Cuando has mencionado tus excursiones por Ordesa y Cerler no sabías cuábto enn común tienen con las mías.
Yo me inicié en el valle de Ordesa. Año 76. Fue un descubrimiento trascendental, un paisaje desconocido hasta entonces se abrió ante mí -suena libresco-. En el 79 conocería el valle de Benasque y desde entonces, hasta hace 5 años, he pasado el mes de vacaciones en ese valle especialmente. Los demás por menos días. Mis hijos se han hecho fuertes allí, viviendo en la naturaleza -dentro de lo posible-. Buena tarde.
Cuando quieras hablamos de experiencias comunes? PAQUITA
Mi memoria es muy mala y hace tiempo que por diversos motivos las vacaciones me las tomo a pellizcos: los padres,la pintura, exposiciones, el mantenimiento de la casa del pueblo. He hecho algunas de esas excursiones con mucha gente muy joven, otras con algún familiar y varias -repetidas- yo solo. Cuando vuelva a tener tiempo volveré. Tengo pendiente conocer los Picos de Europa, SALVO ALGÚN LUGAR MUY CONCRETO. Un abrazo. Seguiré mientras tanto disfrutando de tus excursiones por medio de tu blog.
Mateo cuánto te pareces a tu padre!, la misma mirada, la misma intensidad, precioso este recuerdo y este sentido homenaje, me provoca, me incita a llevar a cabo un viejo deseo, hacer lo mismo con mi madre...pero a veces los otros no están preparados y prefieren el silencio y que el tiempo haga su trabajo. Guardo esta ilusión.
Un abrazo fuerte amigo del alma, de rengueras compartidas.
Recordar es luchar contra la muerte, Inés. Deberías hacerlo, con mucho cuidado, tacto y cariño; creo que será bueno. También el otro penoso recuerdo de la desaparición...por que permitir que lo hayan conseguido!.Me parezco mucho fisicamente a mi padre; en lo demás la herencia genética es de los dos. Me alegra que estés aquí. Un fuerte abrazo.
Me ha emocionado el homenaje que has rendido a tu padre.
Tal vez porque evoco al mío que perdí hace ya mucho .
Y sin embargo su presencia en mi interior parece agigantarse a medida que pasa el tiempo.
Va conmigo aunque no esté.
Sigue estando sin estar.
Felicidades, recordar a tu padre es síntoma de felicidad y eso demuestra que la vida late en y desde su corazón
Salud
Amiga Carmela: te agradezco tu presencia aquí y el que hayas sido sensible a este recuerdo.
Entiendo lo que dices sobre ese sentimiento de mayor unión con tu padre a medida que pasa el tiempo y a pesar de la ausencia física: algo en nosotros son ellos y algo nuestro permanece con ellos donde estén: Para tu padre y para el mío mi deseo de Luz Eterna. Un abrazo.
De algún modo un poco inexplicable hay felicidad: por saber que sus achaques han desaparecido, por ser parte de él, por haber gozado de sus últimos gestos de ternura. Gracias por tu visita amigo. Un abrazo y salud -en la vida y en la muerte-.
Llegué aquí guiada por Paquita y al leer el significativo homenaje a tu padre me sentí identificada .
Ahora que estoy en la pendiente de la vida , reconozco , sin pudor que su influencia en mi vida fue muy importante.
Tienes razón: Algo en nosostros son ellos .
Gracias por tu deseo de Luz Eterna!
Abrazos!
Llegué aquí guiada por Paquita y al leer el significativo homenaje a tu padre me sentí identificada .
El recuerdo los eterniza!
Ahora que estoy en la pendiente de la vida , reconozco , sin pudor que su influencia en mi vida fue muy importante.
Tienes razón: Algo en nosostros son ellos .
Gracias por tu deseo de Luz Eterna!
Abrazos!
Amiga Carmela. Creo que es fundamental la influencia de los padres, la herencia genética y los principios morales o éticos.
Pero además la vida es muy compleja. Yo soy una persona de izquierdas pero cristiana, a mi modo. Compartimos todos grandes principios abstractos, pero muy reales: espíritu, conciencia, subcosciente...y en cualquier caso la memoria. Pero yo creo que hay algo en nosotros que no muere y que estamos aquí para perfecionarlo, para enriquecer nuestra conciencia con ello y por eso deseo para tu padre y el mío Luz Eterna. Un fuerte abrazo.
... y el aire". Me gustan esos versos que acompañan al campo verde y a las amapolas, me gusta el paisaje de esa foto, su abánico de colores.
Ellos están, sombras compañeras que cobijan. Ausencia es memoria.
Un abrazo.
No sé...es como querer que todo vuelva a su sitio natural. El paisaje de mi tierra es muy variable dependiendo de las estaciones. Están ...y falta algo. Ausencia es memoria...cierto, pero...Gracias Shandy. Me ha parecido ver en mi lista de blogs que había una entrada tuya. Ahora iré. Un abrazo.
Hermoso, amigo, lo que dicen tus palabras, lo que canta la alondra, más que silencio, yo diría la libertad conquistada.
Emocionan las historias de deseos, los padres que perduran en la canción del poema, en la escritura de la imagen, en la niñez de los vivos...un fuerte abrazo.
Lo que canta la alondra es un recuero de niñez, aunque el poema es reciente y las fotos de su canto en vuelo -justas- un regalo de la red: celebración, a pesar del viento o en juego con él. La vida...celebrar siempre que es posible, incluso en la adversidad. La memoria, la comunión...una pequeña celebración de una vida larga, siempre rodeado de sus hijos. Una alegría verte aquí, Elena. Un abrazo.
Hermoso homenaje, Mateo. Lamento tu pérdida y te acompaño en tu recuerdo. Un abrazo
Gracias, Isabel, por estar aquí. Las ausencias se aceptan por momentos y se vuelven imposibles después. Hay un blog tuyo, que a veces visito, que me hace creer que sabes de esto. Un abrazo. Algún día, si ello es posible, le dedicaré más tiempo.
http://estar-al-acecho.blogspot.com/2008/12/cuando-andas-por-el-campo-y-se-te-posa.html
http://estar-al-acecho.blogspot.com/2009/03/levedad.html
Tengo yo a la alondra una estima especial como podrás observar.
A la vida
la coloco un vuelo por delante,
a la muerte
la callo con una avutarda.
Besos, Mateo.
http://estar-al-acecho.blogspot.com/2009/03/levedad.html
http://estar-al-acecho.blogspot.com/2008/12/cuando-andas-por-el-campo-y-se-te-posa.html
Como ves le tengo una estima especial a la alondra.
A la vida,
le pongo un ala por delante,
a la muerte,
le pongo una avutarda en vuelo.
(He intentado repetir el comentario porque creo que se me 'escapó' el otro.)
Gracias, Sofía. Vengo de ver esas entradas dedicadas a la alondra y tambiém esa impresionante manifestación de Dientes de León.
El vuelo estático de una alondra,mientras canta afanosa es un gran espectáculo. Dedico ese canto incansable a la memoria de mi padre. Un abrazo.
Es un placer pasar por aquí y redescubrir tu obra, saludos!
La alondra, llegada la primavera, desatiende al silencio.
Ella se queda inmóvil en el cielo y se emite para quien sepa escucharla.
El campo sólo tiene una forma de escucha: silenciosamente.
Gracias, Gloria, POR TU NUEVA VISITA Y TU ELOGIO. Visito tu página aunque no este muy comentador. Un afectuoso saludo.
Tinta de aterrizaje, tienes toda la razón, es así , como tu dices. Yo nací en el campo, aunque ahora habito la ciudad un poco más de lo que quisiera. Gracias por tu visita y por añadir algo más a mis palabras. Un saludo.
Callemos y escuchemos al ave y los versos del poeta...
Un placer leerte. Saludos.
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