El airado Poseidón, óleo-tabla, 110,5x48,2003-04, obra de Mateo Santamarta
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Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
pide que el camino sea largo,
rico en aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
no hallarás tales seres en tu ruta
si tu pensamiento es elevado y limpia
la emoción en tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los levanta.
Pide que tu camino sea largo.
Que abundantes sean las mañanas de verano
en que llegues, con placer y alegría,
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y consigue hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
adquiere todos los perfumes sensuales que puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido con cuanto ganaste en el camino
sin esperar a que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Más ninguna otra cosa puede darte.
Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como has vuelto, pleno de experiencia,
comprenderás ya que significan las Ítacas.
C. P. Cavafis . (Ítaca)
28 comentarios:
¡¡¡ de que belleza son tus retratos y tus letras¡¡ esta asturiana te da las gracias por deleitarnos y hacernos participes de ellas.
Gracias, amiga. Eres muy amable. Este poema de Cavafis es muy bueno y conocido. Un saludo.
Bello modo de representar esa Itaca inabarcable.
Un abrazo..
Nunca es tarde si la dicha es buena. Me alegro de tu vuelta, con el proceloso Poseidón. Reconozco tu trazo, tus colores favoritos. La técnica me parece deiferente, más depurada o menos elaborada, tal vez al tratarse de una madera. Me encanta, eso es lo importante, lo mismo que el poema de Kavafis. Te dejo un enlace de Lluis Llach, con traducción incluida, es que has traído uno de mis poemas favoritos...
Besos siempre, Mateo.
http://www.youtube.com/watch?v=hNVJpIRt_JQ
Esa Ítaca empeñada en escapar siempre. Algún día estaremos en ella, amiga. Un abrazo, concepto-aparte.
Gracias, Isolda.
Respeté al máximo la veta de la madera y sus nudos -incluso alguna huella de clavos-. La pintura es muy transparente por ese motivo.
Conozco muy bien la música de Lluis Llach, que ,aunque la tengo grabada en cd, conservo en vinilo. Está entre mis músicas favoritas. De todos modos la escucho ahora desde el enlace que me adjuntaste. Besos, amiga, desde este blog, que es el tuyo, siempre que quieras.
No me gusta poner música en el blog porque yo casi siempre navego con mis cascos puestos.
Las vetas de la madera.
Los trazos de la vida.
Siempre habrá un Poseidón con el que luchar y ojalá que no nos distraiga de nuestra Ítaca.
Me encanta que hayas vuelto, te extrañaba, venía con frecuencia pero nada (yo no he puesto el bicho ése que avisa de las actualizaciones)
Un abrazo grande.
Por momentos parece tener más poder que el mismo Zeus. Esperemos y confiemos en la ayuda de Atenea.
Las huellas y vetas de la madera son media pintura.
Es muy útil ese gadget -o como se llame- pues te permite ver lo que sale en cada momento. El árbol de tu última entrada se me aparecía como una pintura. Un abrazo grande, Virgi.
Me llama la atención como has aprovechado las vetas de la madera para crear la sensación de movimiento, tanto de las aguas como de las criaturas que las pueblan. Y sí llama la atención la transparencia no sólo de los azules, algo propio de tu pintura, sino también de los otros colores. A pesar del grito de Poseidón (esos rostros con bocas abiertas) y de los ojos cíclopes, también hay rostros y ojos amables.
El poema de Kavafis me hizo comprender que en mi viaje a Ítaca existen las Ítacas, a pesar de los ciclopes y la ira de Poseidón, al que temo.
Te dejo unos pocos versos de un largo poema del gallego Ramiro Fonte:
Cuando estés un poco malogrado
o te importune ese personaje
que la derrota, muy sutil urdiera,
puede hacer asomar en tu rostro,
no arrojes tu sueño como un anillo al río,
sobre aquello que amas no puedas renunciar.
El enemigo, Ramiro Fonte
Un abrazo
Y que fuerza tiene este Poseidón, casi se sale de la tabla, parece que cabalga. Y su rostro con toda su ira y su cólera, que a veces, inevitablemente nos contagia e invade.
No imaginarle, para que no exista es tarea ardua.
Me connota el poema con una meditación que acabo de leer y que como fruto de tu ventana de hoy voy a poner en "Buenas Noticias"
Enhorabuena Mateo
Siempre me ha interesado la relación entre las diferentes artes, los poemas que ya los recordamos gracias a que se convirtieron en una canción –como el poema de Kavafis y Lluis Llach- o las imágenes que sirven a un texto como una ilustración.
Y puestos a pedir, el mismo título de una pintura es un mini texto que la ilustra a ella, como en el caso de tu “El airado Poseidón”.
Saludos.
Gracias, Shandy. Más que aprovechar las vetas y huellas de la madera, creo que son ellas el motor -el desencadenante de la obra-.
También yo temo a ese Poseidón airado que tiene ahora gran poder sobre mí e impide mi regreso a una Ítaca que se me desdibuja.
El poema de Ramiro Ponte está muy en consonancia con el de Cavafis.
Un abrazo, amiga; y una alegría verte aquí.
Gracias, May. Sabes? mis personajes no son siempre tan definidos y ese que grita es también el Cíclope Polifemo e incluso el propio Ulises, irritado ante tanta desventura.
En el centro del cuadro hay como una cabeza apacible, que recuerda que saldrá libre de esa maldición.
Un lujo tenerte aquí,amiga. Ahora veré tu entrada.
Un abrazo.
Tienes toda la razón, amigo. también a mí me gusta ver cosas que se compaginan y refuerzan. Lluis Llach supo poner la música, el ritmo y el tono a este poema.
Un saludo
Incluso llevando el alma limpia de todo aquello que envilece, el camino es duro y enrevesado, como dice el poema solo quién hace de sus enemigos aliados acomoda hacia su paso su destino.
Impresionante tu vuelta.
Besos.
Qué manera más delicada de pintar la ira de Poseidón. Puede parecer contradictorio, pero qué es la vida sino una contradicción.
Muy hábil tu forma de respetar el paisaje de la madera y conseguir una imagen tan sugerente a la vez.
Siempre disfrutando de tus óleos y las palabras que los entronan.
Un abrazo, amigo Mateo.
No hay almas limpias, Gaia. Como mucho,algunas no se revuelcan en el estiércol. Buscar la Ítaca perdida es una forma de no enfangarse...Un abrazo, amiga Gaia.
Poseidón estaba dolido porque su descendencia había sido burlada y herida por el astuto Ulises. Pero Poseidón, el de cabellera azul es hermoso, incluso cuando se enfurece: a veces da miedo. Un abrazo, Mercedes.
Me encanta la simbosis de color con la veta, le da un aspecto envolvente y móvil.
Porque lo importante no es llegar, sino, estar viajando.
Un abrazo
Gracias, Ana María. Es la veta la que de algún modo da impulso y nacimiento a la obra. Un abrazo.
Me gustan tus pinturas y la combinación con la poesía de Cavafis sobre Itaca. Es bastante original este espacio. Te sigo desde ahora. Un cordial saludo desde ArteTorreherberos.
Tu ausencia ha sido un poco larga que mereció la pena. Preciosa obra y maravillosa paleta. El "corazón" de la obra, esa veta, me ha encantado.Un abrazo
Que la ira de Poseidón nos permita disfrutar en el camino.
Ay, querido Mateo, siempre me ha encantado ese poema de Cavafis (Kavafis, solía escribirse antes). Está lleno de sabiduría e infunde fuerzas a los débiles navegantes que somos los humanos, siempre llenos de miedos y ataduras, esos terrores que tan bien han quedado plasmados en esta obra tuya.
Un abrazo enorme, y me alegro mucho de tu vuelta.
Gracias,Paco. Dejo mi agradecimiento en tu blog que seguiré con atención . Un saludo.
Problemas técnicos, Mentxu. Ya están solucionados. AHORA SÓLO ME FALTA TIEMPO!
Un abrazo.
Gracias, Isabel. Estaba contestando comentarios cuando ha entrado el tuyo.
El tiempo empieza a ser un problema, no sé si es parte de la maldición de Poseidón. Es lo que tu planteabas hace poco de modo tan lúcido.
No sabía como escribirlo, pues de los dos modos se puede ver impreso su nombre.
Esos terrores, aunque fortalecen, a veces están a punto de acabar con nuestro coraje. Un abrazo, amiga, y que el tuyo siga al alza.
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
pide que el camino sea largo,
rico en aventuras, lleno de experiencias (...)
porque eso es la vida... experiencias, riesgos, elecciones. Pese a que inicialmente estemos predispuestos al temor a lo desconocido (eso dicen)
En mi caso, tengo claro desde hace mucho tiempo que yo sólo temo a lo conocido.
Lo desconocido ¿por qué debo temerlo? si no tengo prueba alguna de su maldad. El voto de confianza va siempre por delante.
Un abrazo: PAQUITA
A veces te extravías un poco por terrenos desconocidos. Te lo digo porque yo ahora busco mi ÍTACA Y NO LA ENCUENTRO. Un abrazo y gracias por tu doble visita. Hace mucho que no hago una excursión virtual en tu blog. El tiempo es otro escollo en el camino...
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