DOMINGO 23 DE OCTUBRE DE 2011
Sueño XXXII
"No estoy aquí porque quiera darte lecciones, sino por otros motivos, porque también yo estoy aprendiendo, con dificultad. Pero ya son demasiados los que están cansados. Mi alegría es áspera y eficaz y no se complace en sí misma, es revolucionaria.
Todas las personas podrían tener esa alegría pero están demasiado ocupadas en ser corderos de Dioses"
Clarice Lispector, del libro "Aprendizaje o el libro de los placeres".
Todas las personas podrían tener esa alegría pero están demasiado ocupadas en ser corderos de Dioses"
Clarice Lispector, del libro "Aprendizaje o el libro de los placeres".
Mi mano es más pequeña, más delicada
es una herramienta lenta ante el hombre y la escritura.
Estoy dentro, es constante.
Sácame de esta concentración que muerde.
-Qué bien lo haces,
llega El fin…
no podré seguir escribiendo
lo dejo todo en tus manos.
-Yo lo hago por ti.
Sólo dime, ¿dónde?
¿en las máscaras?
¿en mis heridas?
-Soy una respuesta:
darnos con la condición de no olvidar humanizarnos.
-Te aprieto.
-Así no conseguirás que me vaya.
-Afuera llueve,
déjame al menos la huída y mezclaré mi yo, con tus otros yo,
crearé otra lluvia con la cual jamás limpiarnos.
-¿Y yo?
-Estás por encima de ti.
Tú me enseñas acarreando tus viejas batallas.
-Sabiduría. ¿Duele?
-Puede, y a veces, es cruel.
-Difícil, se habla y se dice lo contario,
nos perdemos y buscamos infatigablemente
aunque el hombre se mienta.
Yo reconozco límites imposibles
en las fronteras de nuestra libertad.
-No te asustes.
-No me asusto, te sostengo,
pero intento entender de otra forma,
transcribirnos y escuchar.
Tardaré una vida en enlazar los elementos y oponerlos
tardaré en probarte con otra ambición que no sea volar.
Elena Conchello.
20 comentarios:
Me voy hechizada por ese fuego que más bien parece el mismo útero de la madre tierra, y más fascinada aún por las sabias palabras de Clarice Lispector.
Visitar tu casa siempre produce una grata conmoción emocional.
Un abrazo, amigo Mateo.
Una de las escritoras que siempre las tengo pendientes... no he leído nada de ella pero voy a procurar ponerle remedio después de leer ese fragmento.
Esa alegría si se extiende... será la de muchos.
Un abrazo!!
Entre la intriducciòn de Lispector y el poema de Elena Conchello se ha formado una suerte de alquimia poderosa.
èste ùltimo verso me encantò Mateo...
...Tardaré una vida en enlazar los elementos y oponerlos
tardaré en probarte con otra ambición que no sea volar.
Que desafìo verdad?
Un fuerte abrazo y gracias por estos regalos.
Te felicito, has elegido muy bien esta entrada.
Todo lo que haga reflexionar y aprender, bienvenido sea.
Gracias!!!
Abrazos
El saber siempre significa tomar riesgos porque nunca adivinamos cuales son los caminos de la verdad, continuamente difíciles y sorprendentes aunque la sabiduría sea la de los placeres.
Saludos.
Leí hace como un año La ciudad sitiada. Me pareció muy profunda y original, nada fácil, pero poderosa. Ahora busco otras cosas de ella.
La poesía es fundamental para avivar la llama de las palabras y el conocimiento. Un beso, Mateo
Gracias, Mercedes. Me hubiese gustado saber tu opinión sobre el poema de Elena. Mis fotos sólo pretenden "ilustrarlo".
Un abrazo.
Gracias, Laura. También me hubiese gustado que comentases el poema de Elena que sigue al texto al que creo te refieres.
Un abrazo.
Tienes razón, Adriana. Es lo que me gusta en la poesía de Elena: ese afán de crecimiento, de permanente auto-creación.
Un abrazo.
Gracias a ti, Ananda. Me alegra mucho tenerte aquí nuevamente.
Un abrazo
Encantado de volver a verte aquí, el peletero. Tus comentarios inteligentes son un lujo.
Un saludo.
También en tu caso, Virgi, me hubiese gustado saber tu opinión sobre el poema de Elena.
Un beso, amiga.
Hola, Mateo! Hermoso el soneto XXXII, no lo conocía.
Y el poema de Elena, bellísimo. Cómo duele a veces la verdad. Será por eso que nos perdemos y nos mentimos?
Y acá andamos, tratando de no olvidar humanizarnos.
Un abrazo!!
Creo que hay un pequeño malentendido, Ana. No hay ningún soneto XXXII. Es el Sueño XXXII, TÍTULO DEL POEMA DE ELENA. La vista te jugó una mala pasada. Yo no he leído ninguna obra de la autora a la que cita Elena.
Un abrazo, Ana.
Mateo querido, Clarisse es maravillosa. Que la sabiduría, digamos el entendimiento que se va ensanchando a lo largo y ancho de la vida, a costa de tropezones, golpes y heridas; es tan maravilloso como ella. Y que el suicidio es una salida posible y honorable, no cabe duda.
Que aquí estoy regresando es innegable y que tú estás innegable es. Contentémonos por eso, hoy.
Te quiero!
Gracias, Eva. Eres muy generosa. LA VERDAD ES QUE NO HE LEÍDO A CLARISSE. El poema de Elena, encabezado con su cita es el que me conmueve. He recogido varios de sus sueños. Tengo que volver a La Cala, pues también yo tengo esas dudas que te llevaron a dejar momentáneamente tu blog.
Un gran abrazo, amiga.
Te hemos echado de menos.
Qué piensas tú de ese sueño de Elena?
jaja es Sueño, no es soneto. Ahora, Sueño XXXII es todo de Elena? Porque ahora creo estar más confundida que antes...
Un beso!
Creo que no has sido la única en despistarte. Hay una cita previa, que ella siempre pone en sus poemas y que es de otra autora. Su poema empieza "Mi mano es más pequeña, más delicada..."
Un abrazo y gracias por volver, Ana.
Ok. Entonces había entendido bien. Sólo me había confundido en la palabra Soneto...
Un beso!
Bueno, eso sólo es una mala jugada de la vista.
Creo que hubo personas que no alcanzaron a ver que había dos cosas distintas, lo que demuestra que son de un calado similar. Un abrazo. A veces dudo si es el afecto lo que me hace poner poemas de Elena entre l@s grandes, pero no, es que son buenos. Excluyo los míos, que esos los pongo por narcisismo. Un abrazo.
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