Jean Genet nació el 19 de
Diciembre de 1910 en París, hijo de padre desconocido y de Gabrielle Genet, ama
de llaves, quien abandona al niño un año después.
Aprendiz de tipógrafo, a los catorce años se fuga de su centro de formación y comienza un rosario de fugas y pequeños hurtos.
A los dieciséis años ya conoce la prisión de menores y el correccional de Mettray, -en donde descubre la homosexualidad-. Posteriormente se alista en el ejército, siendo voluntario para viajar al extranjero, dirigiendo sus pasos por el Oriente Medio. Una vez libre, viaja a España entre los años 1933-34. Desertor, Genet atraviesa Europa de extremo a extremo, alternando el burdel con la prisión.
Aprendiz de tipógrafo, a los catorce años se fuga de su centro de formación y comienza un rosario de fugas y pequeños hurtos.
A los dieciséis años ya conoce la prisión de menores y el correccional de Mettray, -en donde descubre la homosexualidad-. Posteriormente se alista en el ejército, siendo voluntario para viajar al extranjero, dirigiendo sus pasos por el Oriente Medio. Una vez libre, viaja a España entre los años 1933-34. Desertor, Genet atraviesa Europa de extremo a extremo, alternando el burdel con la prisión.
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"La Mort- la Mort dont je te parle- n'est pas celle qui suivra ta chute, mais celle qui précède ton apparition sur le fil. C'est avant de l'escalader que tu meurs. Celui qui dansera sera mort- décidé à toutes les beautés, capable de toutes. Quand tu apparaîtras une pâleur- non, je ne parle pas de la peur, mais de son contraire, d'une audace invincible- une pâleur va te recouvrir. Malgré ton fard et tes paillettes tu seras blême, ton âme livide. C'est alors que ta précision sera parfaite. Plus rien ne te rattachant au sol tu pourras danser sans tomber. Mais veille de mourir avantd'apparaître, et qu'un mort danse sur le fil..."
"La Muerte -la Muerte de la que te hablo- no es aquella que seguirá a tu caída, sino aquella que precede a tu aparición sobre el alambre. Cuando mueres es antes de escalarlo. Quien baile estará muerto -decidido a todas las beldades, capaz de todas. Cuando aparezcas, una palidez -no, no hablo de miedo, sino de su contrario, de una audacia invencible- una palidez va a recubrirte. A pesar de tu pintura y de tus lentejuelas, estarás muy pálido, tu alma lívida. Es entonces cuando tu precisión será perfecta. Al no atarte nada ya al suelo, podrás bailar sin caer. Procura morir antes de aparecer, y que un muerto baile sobre el alambre."
Jean Genet (El funámbulo)
una vida desgarradora, llena de temores, de desamor...las tinieblas aprovechan la amarga soledad de los poetas, pero a su vez tejen palabras que perdurarán eternamente.
no lo conocía Mateo, pero de alguna manera me trajo el recuerdo de Jacobo Fijman, si no lo conoces estoy segura que te interesará su obra. te dejo un poema de éste hombre que sufrió en carne viva y murió en soledad.
Mi abrazo grande y todo mi cariño para vos.
no lo conocía Mateo, pero de alguna manera me trajo el recuerdo de Jacobo Fijman, si no lo conoces estoy segura que te interesará su obra. te dejo un poema de éste hombre que sufrió en carne viva y murió en soledad.
Demencia:
el camino más alto y más desierto.
Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco
a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
Jacobo Fijman
Mi abrazo grande y todo mi cariño para vos.
2 comentarios:
una vida desgarradora, llena de temores, de desamor...las tinieblas aprovechan la amarga soledad de los poetas, pero a su vez tejen palabras que perdurarán eternamente.
no lo conocía Mateo, pero de alguna manera me trajo el recuerdo de Jacobo Fijman, si no lo conoces estoy segura que te interesará su obra. te dejo un poema de éste hombre que sufrió en carne viva y murió en soledad.
Demencia:
el camino más alto y más desierto.
Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas
y descargan sus golpes
afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos
en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco
a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino
tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero,
y ahorca mi gañote
con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
Jacobo Fijman
Mi abrazo grande y todo mi cariño para vos.
Gracias, Adriana: fue un poeta y un hombre comprometido, libre y valiente. Un ejemplo. Un abrazo, amiga.
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