Fotografía tomada de la solapa de su libro "Cuadernos del delirio",
publicado por Ediciones Evohé
Mi poesía tiene como
principio y fin a la criatura humana, todo lo demás está subordinado a este
valor. Entre lo sublime y lo común, yo elijo como materia poética lo común: el
pan antes que la rosa. Únicamente me mueve a la poesía el dolor, el mío y el
ajeno. (Elvira Daudet)
...
Hacer una Antología de
una Antología no sería posible. Hablar de la poesía de Elvira Daudet tampoco es
necesario. Ella explica muy bien y en pocas palabras lo que es su materia y su
sentido.
Voy a arrancar pétalos,
pétalos de esas flores sencillas, de esas rosas silvestres que nacen a su
tiempo, sin cuidado ni mimo, con la urgencia del clima.
Ya sé que prefiere el
pan a la rosa por lo que quizá sea mejor decir que voy a arrancar algunos
granos de las espigas que son sus poemas y a ofrecerlos así, aislados.
También habrá un poema,
una espiga completa. Podría ser otra pero elijo ésa.
(...)
Es para mí un regalo del
destino presentar ante vosotros a Elvira Daudet, ejemplo indiscutible de
dignidad humana y de dignidad poética. Figura histórica de la poesía española
del siglo XX y de comienzos del siglo XXI. Poeta clásica contemporánea viva.
Su ANTOLOGÍA POÉTICA (1959-2012), es ya, como soporte, una joyita,
un objeto de belleza. Y es además, por su contenido, un tesoro. Mi enhorabuena
a Lastura por enriquecer su fondo editorial con este título de excelencia cuya
adquisición y lectura recomiendo ya.
La publicación tiene un valor añadido importantísimo: facilitar a
las nuevas generaciones el conocimiento de una poesía fértil e indispensable.
La trayectoria de Elvira Daudet pone la guinda a
la Generación del 50 junto a poetas
como Ángel González, Gamoneda, Julia Uceda, Pilar Paz
Pasamar o Mª Victoria Atencia. E influye en la atmósfera de
cotidianidad de poetas actuales (hombres y mujeres: que el sexo de la poesía es
el lenguaje); pienso en el asturiano Alberto Vega (fallecido en 2006), en
Álvaro García, Begoña Abad, Concha García, Belén Reyes o Elena Román.
(...)
Ángel Guinda en la presentación
de la Antología poética de Elvira Daudet.
...
Presentación de la Antología poética de Elvira Daudet en Madrid
Fotografía de Nunci Vaamonde Vivian
(...)
No permitas, amor, que los fantasmas
llenen la casa y las alfombras. Temo
irme quedando fría con sus besos,
temblorosa y confusa hasta olvidar tu nombre.
¡Ay, amor!, olvidaba que te fuiste hace tiempo,
y que estoy sola y vieja, con la muerte
enroscada a mis pies como un perro.
(...)
(Envejecer a solas > Terrenal y marina, 1999)
...
El tiempo se ha dormido entre las rocas,
y los dioses antiguos regresan del Olimpo
a coronar mi juventud perdida,
mientras yo me desplomo de ceniza
como un cigarro ardido en la mesilla.
(...)
(La fiesta ha terminado > Terrenal y marina, 1999)...
(...)
No puedo imaginarte joven y enamorada
corriendo hacia los brazos de un muchacho.
Yo no te vi crecer al aire libre,
como crecen alegres otros niños,
sino bajo la tierra, donde esperas,
paciente como el lirio que malogró la helada,
a que llegue tu madre desatenta.
Perdóname, amor mío, la tardanza.
(Espuma de un sueño > Terrenal y marina, 1999)
...
(...)
Penélopes dolientes, ocupadas
en destejer la trama misteriosa
que destruyó al muchacho enamorado.
Los hombres las desprecian, las golpean;
como animales mansos, ellas gimen bajito
y se dejan llevar al matadero.
(...)
(Mujeres > Terrenal y marina, 1999)
...
(...)
La jauría del odio ha entrado a saco
en el templo sagrado de la vida
profanando los sueños infantiles,
la oración del anciano en la penumbra,
la espuma del amor entre los labios,
el último cortejo de una boda;
el Jardín del Edén y sus delicias.
(...)
(Bagdag > Terrenal y marina, 1999)
...
(...)
Qué raro privilegio, siendo los dos tan pobres,
poseer la belleza de aquel reino nocturno.
Lloraban las farolas su muerte cotidiana
y se desmelenaban los bucles amarillos,
antes de suicidarse en las aguas del Sena
cuando la luz enferma saliera para todos.
De improviso, delante de la gente
que andaba presurosa hacia el trabajo,
la lluvia sin pudor me desnudaba
y lamía mis pechos de novicia.
(...)
(La patria del tiempo > Hazversidades poéticas 2011)
...
(...)
Yo no escuché tus pasos alejarse
ni la puerta al cerrarse,
como exigen los buenos finales de una historia.
Pero al entrar en casa un silencio terrible
de alas negras inmóviles, un ensordecedor
silencio nunca oído,
me golpeó el cerebro brutalmente.
(...)
(Despedida > Hazversidades poéticas, 2011)
...
Yo no estuve en tu último naufragio.
Aunque morí contigo muchas veces,
en otras pavorosas tempestades,
en la definitiva yo no estuve a tu lado.
Ulises desvelado por un canto dulcísimo,
no quisiste amarrarme al mástil de tu barco
para viajar ligero a la aventura
-Ítaca olía a asilo, a orín de gata en celo-.
(...)
(Muerte de Ulises > Hazversidades poéticas, 2011)
...
Yo sé que no estás muerto, aunque lo graznen fúnebres
los cuervos de la isla,
porque sigues reinando en mi cerebro,
como cobra en su nido o ídolo perverso
que rellena de acíbar mi cáliz cada noche.
(...)
( Perito en destrucciones > Hazversidades poéticas, 2011)
...
Del último libro que recoge esta Antología no vamos a desgranar nada:
presentamos una espiga completa e invitamos a conocer las demás este libro publicado por la editorial Lastura que
merece la pena tener, leer y releer.
...
Sin el cuerpo
Cuando vuelves a casa de mañana
sin el cuerpo
que dejaste olvidado en cualquier lecho,
descubro en tu mirada
los códigos secretos de otras pieles.
Traes la agenda completa
de distintas salivas en los labios,
tu lengua es un termómetro de magmas
de las rosadas grutas descubiertas,
que con su quemadura hicieron que olvidaras
el sabor de la pulpa de mis labios.
Mientras yo, cual bulto en la noche abandonado,
agonizo en el lino de una blanca camisa
sagrada por tu aroma,
tú vuelves a deshora, con frío, fatigado
de vaciarte en vasos como un vino
espumoso y fugaz, ciego de hastío.
Siempre vuelves,
más el amor no regresa contigo.
Únicamente eres la cadena
que me tiene cautiva junto a los otros cuerpos
(Sin el cuerpo > Cuadernos del delirio, 2012)
...
Sin el cuerpo
Cuando vuelves a casa de mañana
sin el cuerpo
que dejaste olvidado en cualquier lecho,
descubro en tu mirada
los códigos secretos de otras pieles.
Traes la agenda completa
de distintas salivas en los labios,
tu lengua es un termómetro de magmas
de las rosadas grutas descubiertas,
que con su quemadura hicieron que olvidaras
el sabor de la pulpa de mis labios.
Mientras yo, cual bulto en la noche abandonado,
agonizo en el lino de una blanca camisa
sagrada por tu aroma,
tú vuelves a deshora, con frío, fatigado
de vaciarte en vasos como un vino
espumoso y fugaz, ciego de hastío.
Siempre vuelves,
más el amor no regresa contigo.
Únicamente eres la cadena
que me tiene cautiva junto a los otros cuerpos
(Sin el cuerpo > Cuadernos del delirio, 2012)
...
Los textos han sido recogidos de la Antología publicada por la editorial Lastura
Leer aquí Primera parte de esta entrada doble
8 comentarios:
Mi poesía tiene como principio y fin a la criatura humana, todo lo demás está subordinado a este valor. Entre lo sublime y lo común, yo elijo como materia poética lo común: el pan antes que la rosa. Únicamente me mueve a la poesía el dolor, el mío y el ajeno. (Elvira Daudet)
Con ésta declaración dan ganas de leer todo lo de ella.
Gracias por compartir querido amigo Mateo.
Besos y abrazos fraternales.
Elvira emociona en cada frase y ante todo dolor al que estamos expuestos. Quiero quedarme, ahora, con estos versos que destilan amor.
Qué raro privilegio, siendo los dos tan pobres,
poseer la belleza de aquel reino nocturno.Lloraban las farolas su muerte cotidiana
y se desmelenaban los bucles amarillos,
antes de suicidarse en las aguas del Sena
cuando la luz enferma saliera para todos.
Un trabajo excelente, Mateo. Gracias
Me alegra mucho verte por aquí, Adriana y espero que disculpes mi ausencia de tu remanso de paz y optimismo. Elvira es auténtica, su poesía también.
Gracias a ti por venir. Besos y abrazos.
Tienes razón, Isolda. Esos versos son quizá los más amables de toda la Antología... La vida es así .
Gracias por tu elogio, Isolda. Besos , amiga.
Un gozo leer los versos lúcidos de Elvira. ¡Me encantan!
Besos, Mateo.
Encantado de tenerte aquí, Isabel. La verdad es que estas dos entradas han sido bastante trabajadas. Creo que Elvira y su poesía lo merecen. Besos, amiga.
Cómo me hubiera gustado estar allí, escuchar a Elvira, conocerte a ti, compartir fila con Nines o Isolda. Si rebobino, es posible que crea que todo ha sido cierto.
Abrazos, siempre
Si que fue una pena que no pudieses venir. Espero que un día nos encontremos en una presentación tuya. Un abrazo, Amando.
Y mira,a pesar de todo, tengo la sensación de que nos conocemos.
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