La cuarta elegía
Oh árboles de vida, ¿cuándo el invierno?
Nosotros no vamos al unísono. No somos sensatos
como las aves migratorias. Retrasados y tardíos,
nos imponemos repentina, forzadamente a los vientos,
y nos derrumbamos sobre un estanque indiferente.
Sabemos al mismo tiempo florecer y marchitarnos.
Y por algún lado andan todavía los leones y no saben,
mientras siguen siendo majestuosos, de impotencia alguna.
Pero nosotros, cuando queremos una cosa, siempre,
ya estamos acariciando la otra. La hostilidad
es en nosotros lo primero. ¿Acaso los amantes
no están siempre poniéndose límites, uno a el otro,
ellos, que se prometían espacios, presa, hogar?
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Personalmente recomiendo la lectura de la versión al español de Jaima Ferreiro Alemparte. Una magnífica Antología puede leerse en la colección AUSTRAL. Desafortunadamente no la encuentro en la red. Os dejo, como muestra, su versión de estos primeros versos:
Cuarta Elegía
¡Oh, árboles de la vida! ¿Cuándo vuestro invierno?
Nosotros no vamos al unísono. No somos avisados
como las aves migratorias. Tardos y rezagados
nos imponemos de pronto a los vientos,
para caer luego en un estanque indiferente.
En nuestra conciencia se dan a la vez florecer y marchitarse.
Y todavía en alguna parte viven leones, que nada saben
de impotencia, mientras dura su esplendor.
Pero nosotros, cuando pensamos una cosa, enteramente,
estamos sintiendo ya el despliegue de la otra. La hostilidad
nos es lo más próximo. Los amantes, ¿no tropiezan
constantemente con sus límites, el uno en el otro,
ellos, que se prometían espacios dilatados, caza y patria?
(...)
R.M.R. En versión al castellano de J.F.A.
6 comentarios:
Me quedo con estos versos:
¿Acaso los amantes
no están siempre poniéndose límites, uno a el otro,
ellos, que se prometían espacios, presa, hogar?
Enlazan muy bien con la reflexión que hacía en "sexo versus amor" sobre la idealización del Amor con mayúsculas.
Estupendo Rilke.
Un abrazo!!
Poetas lúcidos que conocen el corazón y el alma humana.
No hemos llegado aún a conseguir lo que tanto anhelábamos y ya estamos construyendo un nuevo deseo.
Un abrazo, querido Mateo.
Gracias por vuestra visita y comentarios, Laura y Virgi. Abrazos, amigas.
Imprescindible, Rilke.
Abrazos, siempre
Una verdadera belleza!
Y tu pintura...un corazón de fuego latiendo como una sinfonía de amor.
Besos amigo del alma.
Gracias, Amando.
Gracias, amiga Adriana...algo así, algo así: un corazón sobrsaltado, pero sigue latiendo.
Abrazo, Amando... y besos, Adriana.
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